Por segundo año seguido, el toletero venezolano de los Tigres Miguel Cabrera se sometió a una cirugía una vez terminada su temporada. La previa fue por una ingle y ahora sale de una en la que se le reparó un hueso navicular en la parte superior del tobillo.
No fue hasta poco que Cabrera pudo quitarse una bota protectora para caminar, y hay que esperar a una cita el 15 de febrero con su especialista para que reciba el visto bueno para empezar de lleno sus entrenamientos, según informó el gerente Dave Dombrowski.
El periodista de Prensa Asociada (AP), Eric Núnez, señala que Detroit ya tiene planes de contingencia en el caso que el venezolano no pueda estar listo para el día inaugural, contando con su compatriota Víctor Martínez y Álex Ávila como opciones en inicial durante las primeras semanas.
Pero no se puede obviar que Cabrera cumple los 32 años en abril. Esta es la última temporada en la que completa un contrato inicial de ocho años por 152.3 millones. A partir de la próxima, los Tigres son responsables de un compromiso de ocho años y 248 millones.
Dombrowski empieza a acostumbrarse a torear los cuestionamientos sobre si Cabrera está en declive.
"No podría estar en más desacuerdo. Fue increíble que pudo jugar el año pasado estando mermado", dijo Dombrowski. "El doctor no podía creer que podía salir a jugar. Fue el mejor jugador del mes en septiembre, con el equipo peleando por los playoffs. No me sorprendería que pueda repetir sus tremendos números del pasado".
Esas fueron las campañas de 2012 y 2013, en las que acabó ganando el premio al Jugador Más Valioso en la Liga Americana. Pese a su última lesión, Cabrera fue el líder de dobles con 52 y por undécimo año seguido rebasó las 100 impulsadas. Pero su total de jonrones (25) fue el más bajo en una campaña completa.
"Hay que esperar a una cita el 15 de febrero con su especialista para que reciba el visto bueno para empezar de lleno sus entrenamientos": gerente Dave Dombrowski.