El Memorial Cubano, un monumento inaugurado hace un año en el Tamiami Park en honor a las víctimas del régimen comunista de la isla, sufrió un misterioso ataque que la policía de Miami-Dade investiga bajo sospechas de vandalismo con aristas políticas, revelaron el martes las autoridades, según reporta El Nuevo Herald.
Los nombres de al menos media docena de personas fueron borrados del conjunto de cinco murales revestidos con marmolina negra. Además, fue rajada con un objeto contundente una de las losas que contiene un pensamiento de José Martí: "No me pongan en lo oscuro a morir como un traidor: Yo soy bueno y como bueno, ¡moriré de cara al sol!".
"Tomamos muy en serio lo que ha sucedido", dijo el vocero del Departamento de Policía de Miami-Dade, Álvaro Zabaleta. "Nuestros detectives están al tanto del incidente y estamos pidiendo ayuda a la comunidad para que nos informen sobre cualquier pista que permita identificar a los autores de estos hechos".
El ex comisionado condal Joe Martínez, uno de los impulsores de la construcción del monumento, dijo el lunes al acudir a verificar los daños que consideraba que habrían sido provocados de manera calculada: "con un propósito que merece ser investigado".
El coordinador de la Comisión Organizadora del Memorial Cubano, Francisco García, dijo que el caso fue reportado a la policía condal el lunes y de inmediato los detectives de esa fuerza iniciaron las investigaciones.
García reconoció que hace nueve meses su organización había decidido borrar al menos seis placas con nombres de personas que en realidad no formaban parte de la lista de víctimas del régimen de los hermanos Fidel y Raúl Castro, que ejercen el poder en la isla desde hace 56 años.
García indicó que la elaboración de la lista de las miles de víctimas del régimen castrista fue encargada, entre otros, a Armando Lagos, un fallecido activista cubano que en el ocaso de su vida se dedicó a la investigación del tema. Luego, de acuerdo con García, la lista de las víctimas fue entregada a la empresa encargada de la obra, pero la misma no fue identificada.
Tras la inauguración del monumento el 22 marzo del 2014, diferentes personas de la comunidad cubana en el exilio empezaron a identificar que varios nombres grabados en los murales correspondían a personas “que nada tenían que ver con la causa por una Cuba Libre”, dijo García. De ahí que varias personas empezaron a quejarse ante los organizadores del proyecto e incluso a través de las redes sociales.
García indicó que uno de los nombres que fue borrado con químicos por orden de los organizadores fue el de Ronnie Moffitt, la secretaria estadounidense de Orlando Letelier, el ex canciller del gobierno de Salvador Allende, en Chile. Ambos fallecieron en un ataque con explosivos en Washington D.C. en 1976 gestado por agentes del régimen de Augusto Pinochet.
“Había otra placa que tenía el nombre de Ernesto Guevara”, aseguró García. “Sólo faltaba que dijera el ‘Che’ [...] pero lo que ahora nos preocupa es que personas desconocidas han empezado a borrar otras placas utilizando, al parecer, una pulidora de batería [...] y se notan las ralladuras en la superficie, como si ésta hubiera sido lijada”.
También mencionó que la organización borró una placa con el nombre de Conrado Benítez, un alfabetizador que actuó como espía del castrismo en el Escambray a inicios de la década de 1960.
El monumento, cuya construcción demandó una inversión de $900.000, contiene los nombres de más de 9.700 víctimas de la dictadura cubana, desde el poeta y disidente Pedro Luis Boitel, quien falleció en 1972 recluido en una prisión cubana, hasta Orlando Zapata Tamayo, activista opositor que murió en 2010 tras una huelga de hambre en la isla.