La compañía australiana Melbana tendrá que seguir buscando socios que le ayuden a costear la perforación de dos pozos de petróleo en el promisorio bloque 9 cubano, después que se descarrilara su acuerdo con la también australiana Petro Australis, que no pudo obtener a tiempo la precalificación técnica y financiera del gobierno de la isla.
Melbana Energy Ltd., una de las pocas compañías energéticas de países occidentales que se mantienen laborando en Cuba, informó el lunes que dio por terminado un convenio con Petro Australis para que esta adquiriera el 40 por ciento en un contrato de producción compartida y asumiera una proporción igual de los costos asociados con operaciones futuras.
Melbana explica en su sitio web que la pre-calificación regulatoria cubana es un proceso administrativo en el que las partes interesadas deben demostrar que satisfacen los criterios técnicos y financieros de competitividad especificados en las leyes cubanas antes de poder adquirir intereses en los hidrocarburos cubanos.
La agencia United Press International, UPI, dice que después de esto la financiación podría ser un problema para los planes de Melbana en la isla.
Ambas compañías tienen su sede en Australia y emprendieron un esfuerzo conjunto en Cuba hace cinco años. Petro Australis tenía hasta el 2 de septiembre para ejercer sus derechos, pero fue descalificada por el gobierno cubano.
En febrero de este año Melbana informó que había duplicado a 612 millones de barriles de petróleo perspectivo su estimación de las reservas de crudo en el bloque 9 cubano ubicado entre las zonas petrolíferas de Varadero y Motembo, una de las 59 demarcaciones en que se han dividido el territorio y las aguas territoriales de la isla para la prospección petrolera
La estimación actual del portafolio cubano de la firma asciende a 637 millones de barriles y Melbana todavía planea perforar hasta dos pozos exploratorios desde mediados de 2018. Sin embargo, un esfuerzo para recaudar mediante ofertas de adquisición intransferibles hasta $4,8 millones, destinados a ayudar a financiar las perforaciones, solo consiguió $1,5 millones.
En agosto se vislumbró el alivio, ahora desvanecido, a las urgencias financieras de la empresa, cuando Petro Australis intentó ejercer sus derechos sobre sus concesiones en el bloque 9 y asumir un interés participativo del 40 por ciento en el acuerdo de producción compartida.
El costo de la campaña de perforaciones prevista para el año que viene se calcula en unos $30 millones.
Aunque Raúl Castro ha llamado a "dejar atrás prejuicios arcaicos respecto a la inversión extranjera y avanzar resueltamente en la preparación, diseño y concreción de nuevos negocios", la tardanza que ocasionan la centralización, los prejuicios ideológicos y los laberintos burocráticos en la aprobación de proyectos han sido señalados por economistas y otros expertos, junto con el enrarecido marco legal, como serias trabas a las inversiones en Cuba.