El presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo venezolano Nicolás Maduro, que afronta en su país una grave crisis política y económica, debatirán este miércoles en Moscú una posible reestructuración de la deuda de Venezuela con Rusia, indicó el Kremlin.
Rusia prestó en 2011 a Venezuela 2.800 millones de dólares para financiar la compra de armamento ruso, en especial tanques y misiles.
"La deuda, como cualquier compromiso financiero es propensa de ser reestructurada", afirmó Maduro, al intervenir esta mañana en un foro internacional de energía, y antes de la reunión que mantendrá hoy con Putin.
Confirmó que en la reunión con Putin va a tratar del fortalecimiento de la cooperación técnico-militar con Rusia, "que ha sido muy beneficiosa".
"La reestructuración de la deuda será sin duda un tema tratado en las conversaciones" el miércoles en Moscú entre Putin y Maduro, declaró el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov. "Para eso hemos organizado estas negociaciones", dijo.
El presidente venezolano asistirá a la Semana Energética de Rusia 2017, evento que se desarrolla desde el martes hasta el sábado en Moscú.
Rusia, que exhibe flexibilidad ante Venezuela en lo referente al pago de sus deudas, ya decidió reestructurar esta deuda al postergar el calendario de los reembolsos.
Ese principio fue promulgado por Putin en 2015 y al año siguiente los gobiernos ruso y venezolano firmaron un protocolo. En este se estipula que esa deuda debe ser pagada entre 2019 y 2021.
Además, el gigante petrolero ruso Rosneft, controlado por el Estado ruso y dirigido por el muy influyente Igor Sechin, indicó en agosto que la compañía venezolana PDVSA le adeudaba 6.000 millones de dólares, entregados desde 2014 en forma de adelanto para los contratos de entrega de petróleo y carburantes, prevista hasta 2019.
Un decreto de la Casa Blanca firmado el 25 de agosto por el presidente estadounidense Donald Trump prohíbe comprar nuevas obligaciones emitidas por el gobierno de Venezuela y por la compañía PDVSA, lo que dificulta el pago de los servicios, de medicamentos y alimentación a las empresas extranjeras.
Cinco días después, la agencia de calificación Fitch rebajó a "CC" la nota crediticia de Venezuela por considerar que el riesgo de default aumentó tras las sanciones impuestas por Estados Unidos.
(Con información de AFP y Efe)