Kiwzo Fumero (Marianao, La Habana, Cuba) es un trompetista cubano ganador de 2 Premios Grammy y 6 nominaciones. Es reconocido por su amplia facilidad para el registro sobre agudo en la trompeta y por su concepto de la improvisación.
Hace apenas unos días, el pasado 15 de mayo, se llevó a cabo el lanzamiento del tema “Baby Grand”, famoso tema de Billy Joel, interpretado magistralmente en un dúo insuperable de trompetas, por Kiwzo y Arturo Sandoval, a quien el propio Kiwzo califica como “su ídolo y amigo”.
Kiwzo se radicó en la ciudad de Miami, FL, en junio del año 2000. Ya en el exilio, participó en importantes orquestas y ha acompañado a artistas como Gilberto Sta Rosa, Huey Dumbar, Thalia, Tito Nieves, Rey Ruiz, José José y muchos más. También fue parte, durante largos períodos de tiempo, de las orquestas de Willy Chirino y La Sonora Carruseles. Igualmente, participó como trompeta líder en la gira "Abrazame muy Fuerte" del cantautor mexicano Juan Gabriel, así como en Tropicana all Stars y junto a los inigualables e inolvidables Cachao y Celia Cruz. La revista neoyorkina especializada, "All About Jazz", lo calificó como "Kiwzo El Grande".
En Barbican, Londres, el periodista Mike Hobart lo describió como un virtuoso de su instrumento y un improvisador gigantesco, celebrando la facilidad de Kiwzo para alcanzar notas súper altas.
En esta entrevista, Kiwzo habla sobre la música y lo que representa en la “peculiar” vida de quienes aprenden a interpretarla. También se refiere a su cubanía y a lo que para él significa haber tenido que salir de su natal Cuba y vivir en Estados Unidos.
KC: Publicaste en tu página de Facebook un pequeño escrito sobre lo que consideras que es la esencia y peculiar vida del músico. Dices, entre otras cosas, que “somos artistas y los artistas somos diferentes”. ¿A qué diferencias te refieres exactamente?
KF: No quiero que lo tomes como egocentrismo o autosuficiencia pero ¿que sería de un artista si una dosis de cada una de estas dos? Pero principalmente lo digo por la sensibilidad y el compromiso de un artista, sea cual sea su rama, yo soy una persona religiosa y creo que dios le da a los artistas en general un pequeña chispa de si mismo, un artista no solo está trabajando, en cada presentación existe un proceso de creación única he irrepetible basado principalmente en lo que su sensibilidad le permite experimentar cada vez que se presenta, eso es algo que muy pocos pueden experimentar y se que sabes de lo que hablo, así como también que explicarlo es dificil, tu sabes perfectamente porque eres artista que es algo que hay que sentir para saber.
KC: Has ganado dos premios Grammy, has sido nominado a este prestigioso galardón a la música en seis ocasiones. ¿Consideras que estos reconocimientos son lo más importante que ha acontecido en tu carrera musical, o crees que hay algo que no sepamos que ha sido para ti mas importante o gratificante a lo largo de tu carrera?
KF: Esos dos premios fueron con la grabación en vivo del último disco de mi maestro y amigo “Cachao” titulado “The last mambo”. Con Cachao tuve la bendición de trabajar varios años y sin lugar a dudas fue una de las mas grandes experiencias de mi vida. Con Cachao no solo tuve esos premios, sino que se me dio la oportunidad de trabajar en los escenarios y festivales más importantes del mundo, tocar al lado de algunos de los músicos que más admiro y respeto, como Arturo Sandoval, Paquito D’Rivera, Jhon Fadis, Chocolate Armenteros y muchos otros. Con él tuve la oportunidad de tocar en lugares que solo veía como un sueño, El Carnegie Hall, Blue Note, BBKing, los festivales de jazz de Playboy, Heineken, y hasta para el presidente George W. busch en el Jardín de las Rosas en la Casa Blanca. Hasta me pude sentar en la oficina oval ese día y el presidente me saludó con un puñetazo al estómago, casi parecía cubano con nosotros.
Pero respondiendo a tu pregunta, la respuesta es no. El día más importante de mi carrera es cada día de ella, no hay dos iguales. Los premios o los reconocimientos son lindos pero no imprescindibles. Creo que lo mas importante de tocar o grabar es llenar ese pequeño vacío que tenemos todos los músicos adentro, y eso se logra todos los días cuando cojes el instrumento en la mano. Cuando tocas y ves a alguien emocionado o te mandan un mensaje por las redes sociales y te dicen que se les puso la piel de gallina. Cuando vez a alguien llorar con lo que estás tocando; en ese momento sabes que tocaste un alma y eso es una bendición que solo tenemos los artistas.
KC: También has dicho que para los músicos “no ser famosos está bien”. ¿Qué quieres decir?
KF: Creo que en la pregunta anterior ya te respondí esta, jejeje, y en realidad me refiero a mi y a la gran mayoría de los que conozco. Siempre hay a quien la fama o la fortuna les corrompe el alma, pero en general los músicos trabajamos para que ese pequeño instante en el que tocas el alma con una nota pase todos los días.
KC: ¿Cómo, cuándo y por qué sales de Cuba?
KF: Ufff! Año 2000, junio 18 del año 2000, 6 días antes de que mi primera hija cumpliera su primer añito. Estuve 3 años y medio sin poder verla a pesar de que ya en diciembre de ese mismo año el Departamento de Estado de los EEUU les había otorgado la visa a mi esposa y a mi pequeña hija. El gobierno comunista cubano y sus lacayos les prohibieron salir de Cuba hasta que, y literalmente así se lo dijeron a mi esposa, a ellos les diera la gana, porque yo era un traidor. Antes te dije que no podía definir el momento más feliz de mi carrera o mi vida, pero sí te puedo asegurar que esos tres años fueron y serán el momento más triste de ella. Me provocaron problemas emocionales y psicológicos que aún hoy, 20 años después, arrastro conmigo. Una razón más para odiar al comunismo y a sus oportunistas.
KC: Dices que eres un hombre orgulloso por ser cubano de nacimiento y ciudadano estadounidense por elección. ¿Por qué te sientes así?
KF: Veo que lees mis redes, jaja, eso me alegra, espero que también escuches mi música una que otra vez. Mira, mi idiosincrasia es cubana, mis raíces son cubanas, amo a mi islita. Hay mucha gente que en algún momento de sus vidas han dicho que se sienten avergonzados de ser cubanos por las tragedias de nuestra isla, pero es que Cuba no son esa gente, ni los 63 años de dictadura, ni los acólitos que han mantenido a Cuba prisionera por más de medio siglo. Cuba es Martí, Cuba es el 10 de Octubre, Cuba es el 11 de Julio, Cuba es la música, Cuba es el cafecito, el tabaco, el aguardiente de caña; Cuba es mi religión, Cuba es mi madre, mi familia, mis hijos, Cuba es amor y, en algún momento, y espero que sea este año, como dijeron los de Gente de Zona, y los otros en su canción, ese amor cubano renacerá. Eso espero.
¿Y porque decidí convertirme en ciudadano americano? Si, lo decidí. No lo hice por las conveniencias que muchos conocemos. Lo decidí por principios, por amor a la tierra donde conocí la libertad y el respeto a los valores de un ser humano. Lo primero fue aprender el idioma. He tenido la oportunidad por trabajo siempre de vivir y visitar casi todo el país, y conocido a los americanos bastante bien, y su manera de pensar y sus principios me cautivaron. Luego leí la Constitución, la Declaración de Independencia, su historia, y eso me convenció de que yo quería ser americano. Y pocos países como este te brindan esa oportunidad, como muchas otras que te brinda como ser humano, para ser libre y poder expresar todo tu potencial como persona. Yo amo a este país tanto como a Cuba, ni más ni menos, por eso me siento tan americano como cubano.
KC: ¿En Estados Unidos has trabajado en otros campos que no sean únicamente el de la música? ¿Por qué? ¿Cómo calificas el haber tenido que transitar caminos diferentes al que tomaste desde que eras un niño?
KF: Si por supuesto, y para nada lo veo mal. Cuando llegué a este país mi primer objetivo era sacar a mi familia de Cuba, y eso, como sabes, cuesta trabajo y mucho dinero. Tenía tres trabajos y dormía 3-4 horas diarias. Yo tocaba con Celia Cruz y Juan Gabriel, con los cuales tuve la suerte de empezar a los 4-5 meses de haber llegado a EEUU, y a la vez trabajaba en una fábrica de cortinas. Ningún trabajo puede denigrar a una persona siempre que sea un trabajo honesto, y para nada me avergüenza. La música me ha permitido crear otros negocios durante mi vida y los he llevado a la par con mi música, y tampoco me avergüenzo cuando alguien me pregunta sobre ello. Mira, alguien una vez me preguntó si el carro que manejaba me lo había dado la música, y esa vez le respondí que no, casi que por instinto, pero cuando tuve tiempo de analizar su pregunta me percaté que le había respondido mal. La respuesta era sí, sí salió de la música, porque fue la música la que me permitió, en primera instancia, venir a este pais, y fue la música la que me permitió crear el negocio que después me dio el poder económico para comprarlo. La otra cosa es quel como me he organizado económicamente para vivir lo mejor que puedo trabajando para mi mismo, tengo todo el tiempo para hacer lo que me gusta, para escoger que trabajo que quiero o no quiero hacer en la música, y eso creo, fielmente, que es una bendición de Dios.
KC: ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de ser un exiliado?
KF: No me considero un exiliado. Como te dije anteriormente, soy americano por elección, así que estoy viviendo en el país que elegí para vivir, un país que amo y respeto. Algunos estarán de acuerdo conmigo, otros me criticarán, pero yo he adoptado este gran país en la misma manera que él me adoptó a mi desde el momento en el que llegue. Como te decía anteriormente, yo llegué aquí el 18 de junio del año 2000, tocando con una orquesta cubana, y me escapé. Solo 6 meses después, el 17 de diciembre de ese mismo año, ya a mi esposa y mi hija tenían visas para venir a vivir a este país, entregadas por el Departamento de Estado. Este país me abrazó desde que llegué, y ese amor se lo estoy devolviendo. Sí extraño a Cuba, y nunca más volveré a pisarla hasta que sea una tierra libre, pero me muero por caminar por las calles de mi Habana, sentarme en el Malecón, jugar a la pelota en la cuadra, uff, Cuba se extraña, y mucho.