La esposa del contratista estadounidense preso en Cuba reprochó el silencio de la prensa extranjera en la isla sobre el caso de Alan Gross y lo achacó a la presión que ejerce el gobierno sobre los corresponsales.
Interrogada sobre el papel de la prensa extrajera en mantener al mundo actualizado sobre la situación de su esposo, Judy Gross dijo: “Pienso que si Reuters y algunas de las otras agencias de noticias insistieran en ver a Alan, habría una coyuntura para que el gobierno cubano les obligara a dejar el país.
Durante un programa de radio online llamado From Washington al mundo, Judy advirtió que a pesar de no ser una experta en estos temas, su opinión es que el riesgo de perder su credencial en la isla es el motivo que mantiene a los periodistas alejados del caso de su esposo y desinteresados en entrevistarlo.
Durante la entrevista de 16 minutos, la señora Gross explicó el delicado estado de salud en que se encuentra su esposo debido a múltiples dolencias, en contraste con su espíritu fuerte, y pidió la ayuda de la opinión pública para presionar a las autoridades sobre el caso de Alan.
La esposa del contratista de 63 años reiteró que su petición al gobernante Raúl Castro es que envíe a Gross a casa, sobre todo por razones humanitarias debido a la critica condición de salud de su madre, e insistió en que “Alan nunca tuvo intención de romper ningún tipo de leyes ni de interferir con el gobierno.”
Alan Gross fue sentenciado a 15 años de encarcelamiento, y la pérdida de su apelación final, lo dejó sin opciones legales. A principios de este año presentó formalmente una solicitud a la Corte de Suprema de Cuba que le permita visitar en Estados Unidos a su anciana madre, quien sufre las últimas etapas del cáncer de pulmón.
Cuba acusó a Gross de formar parte de programas multimillonarios norteamericanos para socavar al gobierno y ha señaló que el contratista llevaba equipo sofisticado de comunicaciones. Por su parte, Gross replica que él sólo estaba tratando de ofrecer servicio de internet a la pequeña comunidad judía de la isla.
Josefina Vidal, directora del área de Estados Unidos de la cancillería cubana, declaró este miércoles a AP en reacción los comentarios de Judy Gross sobre la salud de su esposo, que Cuba está dispuesta a negociar el caso del contratista y espera una respuesta del contratista norteamericano.
Interrogada sobre el papel de la prensa extrajera en mantener al mundo actualizado sobre la situación de su esposo, Judy Gross dijo: “Pienso que si Reuters y algunas de las otras agencias de noticias insistieran en ver a Alan, habría una coyuntura para que el gobierno cubano les obligara a dejar el país.
Durante un programa de radio online llamado From Washington al mundo, Judy advirtió que a pesar de no ser una experta en estos temas, su opinión es que el riesgo de perder su credencial en la isla es el motivo que mantiene a los periodistas alejados del caso de su esposo y desinteresados en entrevistarlo.
Durante la entrevista de 16 minutos, la señora Gross explicó el delicado estado de salud en que se encuentra su esposo debido a múltiples dolencias, en contraste con su espíritu fuerte, y pidió la ayuda de la opinión pública para presionar a las autoridades sobre el caso de Alan.
La esposa del contratista de 63 años reiteró que su petición al gobernante Raúl Castro es que envíe a Gross a casa, sobre todo por razones humanitarias debido a la critica condición de salud de su madre, e insistió en que “Alan nunca tuvo intención de romper ningún tipo de leyes ni de interferir con el gobierno.”
Alan Gross fue sentenciado a 15 años de encarcelamiento, y la pérdida de su apelación final, lo dejó sin opciones legales. A principios de este año presentó formalmente una solicitud a la Corte de Suprema de Cuba que le permita visitar en Estados Unidos a su anciana madre, quien sufre las últimas etapas del cáncer de pulmón.
Cuba acusó a Gross de formar parte de programas multimillonarios norteamericanos para socavar al gobierno y ha señaló que el contratista llevaba equipo sofisticado de comunicaciones. Por su parte, Gross replica que él sólo estaba tratando de ofrecer servicio de internet a la pequeña comunidad judía de la isla.
Josefina Vidal, directora del área de Estados Unidos de la cancillería cubana, declaró este miércoles a AP en reacción los comentarios de Judy Gross sobre la salud de su esposo, que Cuba está dispuesta a negociar el caso del contratista y espera una respuesta del contratista norteamericano.