El presidente de Guatemala Otto Pérez Molina renunció a su cargo anoche, después que un juez emitiera una orden de detención en su contra para que responda por acusaciones de corrupción que debilitaron a su Gobierno poco antes de las elecciones.
En una votación histórica, el Congreso de Guatemala había decidido poco antes el martes retirar la inmunidad al Presidente para permitir que sea investigado como cualquier ciudadano.
"El señor Presidente de la República de Guatemala presentó su renuncia el día 2 de septiembre del año en curso, con el objeto de mantener la institucionalidad del Ejecutivo y resolver en forma individual el proceso en su contra", confirmó el vocero presidencial, Jorge Ortega, a periodistas. La carta de renuncia fue enviada al legislativo, que deberá aceptarla.
Pérez Molina, un general retirado, de 64 años, fue quedando aislado en las últimas semanas mientras miles de personas salían a las calles pidiendo su renuncia.
El Congreso se reunirá de emergencia a las 07:00 hora local para tomar conocimiento de la renuncia del mandatario y citar al vicepresidente, Alejandro Maldonado, a fin de que tome posesión como Presidente, señaló el portavoz Ortega.
Pérez Molina está acusado de liderar una poderosa mafia aduanera junto con la exvicepresidenta Roxana Baldetti, imputada por el caso y que está en prisión preventiva.
Pérez ha negado las acusaciones y en las semanas previas rechazó varias veces renunciar, pese al avance de las pesquisas de la Fiscalía y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) que lo señalan como jefe de La Línea, un grupo que cobraba sobornos por el paso de mercancías importadas sin pagar impuestos.
El mandatario tenía previsto acudir temprano en la mañana a los tribunales para enfrentar los cargos de asociación ilícita, cohecho pasivo y caso especial de defraudación aduanera.
Guatemala celebra elecciones presidenciales este domingo, pero el ganador no tomará posesión hasta el 2016.