Semanas después de que la población de la isla empezara a quejarse de estar sufriendo apagones intermitentes de hasta cuatro horas, aun en el horario de cocina de la mayoría de las familias, los medios oficiales cubanos divulgaron una nota de la Unión Eléctrica que anuncia "afectaciones" en el servicio hasta el próximo martes 27 de febrero.
El comunicado menciona como causa de los cortes averías en las termoeléctricas de Nuevitas (Camagüey), y Matanzas, así como mantenimientos en las de Cienfuegos y Santiago de Cuba, que afectarían el servicio total o parcialmente.
Esto implica que cuatro de las nueve plantas del sistema de generación termoeléctrica cubano están paralizadas o con solo algunos bloques funcionando. Las otras son las de Felton y Moa en Holguín; Tallapiedra, en La Habana; Mariel, en la provincia Artemisa; y Santa Cruz del Norte en la provincia Mayabeque.
En la termoeléctrica "10 de Octubre", de Nuevitas, se produjo un incendio de grandes proporciones el 25 de enero a las 7:27 p.m., "como consecuencia de una falla técnica por sobrecalentamiento en un interruptor", según explicaron entonces medios oficiales en una escueta nota.
El fuego que se propagó a través de los cables soterrados de la termoeléctrica, provocó la paralización de los bloques 4, 5 y 6 que generan 120 Megawatts cada uno, afectando el suministro de energía que alimenta el Sistema Electroenergético Nacional.
Desde entonces la avería no ha podido ser resuelta, a pesar de que especialistas y personal técnico de de las centrales de Mariel, en la capital, Carlos Manuel de Céspedes, de Cienfuegos y Lidio Ramón, de Holguín han sido desplazados hacia Nuevitas.
Eric Milanés Quinzán, director general de la termoeléctrica de Nuevitas, anunció el viernes que la unidad generadora número cuatro podría incorporarse al SEN en las próximas horas, pero el anuncio divulgado hoy por la Unión Eléctrica sugiere que el bloque generador no está todavía listo, como se esperaba.
La vida útil de un bloque energético es de 25 años y el más joven en el sistema energético cubano extinguirá su valor de uso este año.
La recurrencia de apagones preocupa por igual a la población de la isla, que sufrió largos cortes cotidianos de hasta 12 horas en los años 90 cuando Cuba se quedó sin el suministro soviético de petróleo; y a las autoridades, que enfrentaron un creciente malestar y protestas de la ciudadanía, incluyendo una masiva, el llamado "Maleconazo" del 5 de agosto de 1994.
No es de ahora
Cubanos entrevistados por Martí Noticias aseguran que los apagones vienen ocurriendo desde hace tiempo y que es lamentable que estén haciendo los cortes de electricidad en los horarios pico, justo cuando la gente tiene que cocinar con las ollas y cocinas eléctricas que les impuso Fidel Castro como parte de su Revolución Energética en 2004.
“En los últimos días han ocurrido bastantes apagones en horas pico, cuando la gente va a cocinar y regresa del trabajo y también en horas de la mañana. Esto ha sido durante todo este mes”, declaró en entrevista telefónica con Radio Martí, Juan Francisco Sigler, quien vive en el municipio matancero de Pedro Betancourt.
“Muchas personas no tienen con qué cocinar, con las hornillas eléctricas y las ollas eléctricas, porque no todo el mundo tiene para comprar el gas”, lamenta desde Cienfuegos Frank Silveira Machado.
Fernando Santana, residente en Ciego de Avila dijo que "ya las cosas se están complicando y se están poniendo consecutivas el asunto de los apagones".
"Están a 110 pesos las "balas" de gas acá, que los pobres de la tierra no pueden comprar; todo el mundo se está quejando”, declaró Santana a Radio Martí.Castro también intentó complementar los sistemas de generación eléctrica del país con unos 2.000 megawatts aportados por pequeños y eficientes grupos electrógenos que supuestamente ahorrarían a la población la molestia de los apagones. Ahora la nota con el anuncio sobre las “afectaciones” concluye diciendo: “La Unión Eléctrica ofrece disculpas por la molestia”.
(Des)conexión venezolana
Cuba afronta una delicada situación con la merma del suministro de petróleo y derivados procedente de Venezuela, de 115.000 barriles diarios en 2008 a 55.000 y 72.000 en los últimos dos años respectivamente, debido a la grave crisis en el país suramericano.
La Habana tuvo que invertir en 2017 unos 100 millones de dólares para paliar el déficit comprando petróleo en el mercado mundial, y ha estado buscando alternativas con Rusia y Argelia.
La situación de los envíos de PDVSA podría empeorar mientras los economistas pronostican una contracción adicional de hasta -15 % (FMI) para la economía venezolana en 2018.
La isla produce alrededor de la mitad del petróleo que necesita, aunque es un crudo denso y con alto contenido de azufre. Sin embargo, datos oficiales indican que la producción de petróleo nacional fue inferior en 2016-17 a la de diez años antes.
[Con información de la Unión Eléctrica de Cuba y archivo de Martí Noticias]
