El papa Francisco casó el sábado a una veintena de parejas, algunas de las cuales habían convivido con anterioridad y tenían hijos, en la última muestra de que el pontífice argentino quiere que la Iglesia católica sea más abierta e inclusiva. En su primera boda desde que se estrenó como papa hace 18 meses, Francisco acompañó los votos de cada pareja, incluidos Gabriella y Guido, que tienen hijos y pensaban que una boda así sería imposible, dijo el servicio de difusión oficial Radio Vaticana.
"Las personas que se casan el domingo son parejas como muchas otras", dijo la diócesis de Roma en un comunicado. "Algunos viven ya juntos, algunos tienen hijos", añadió.
La ceremonia fue la primera de este tipo en el Vaticano desde que el papa Juan Pablo II presidió una boda en 2000. Francisco, que es el primer no europeo en 1.300 años, ha expresado tolerancia con otros tópicos que tradicionalmente han sido tabú en el Iglesia, preguntándose "quién soy yo para juzgar" a una persona homosexual "que busca a Dios y tiene buena voluntad".
Su postura contrasta con la de su predecesor, Benedicto XVI, que dijo que las amenazas a la familia tradicional minaban el futuro de la humanidad. Obispos de todo el mundo llegarán al Vaticano en octubre para una importante reunión sobre la familia, a la que el pontífice jesuíta se refirió en su homilía del domingo como los"ladrillos" con los que se construye la sociedad.
Los obispos abordarán previsiblemente temas como el matrimonio, el divorcio y los anticonceptivos en el sínodo que se celebrará del 5 al 19 de octubre. El papa ha dicho que la Iglesia debe poner fin a su obsesión con el aborto, la anticoncepción y la homosexualidad, y volverse más misericordiosa, o se arriesga a colapsar como un "castillo de naipes".