El ex gobernante cubano Fidel Castro es "un viejito al que se le cayeron los años encima" pero que sigue estando mentalmente "brillante", valoró el miércoles el presidente uruguayo José Mujica en entrevista con la agencia francesa AFP.
La primera impresión personal de Mujica sobre Castro fue que era como una pared. "Los años no pasan en vano para nadie, (y Castro) era un hombre grandote cuando yo lo conocí de joven, medio gigantesco, parecía una pared", evocó el mandatario, un exguerrillero de 79 años.
Mujica no reveló cómo y cuándo conoció a Castro, aunque es de dominio público que la guerrilla izquierdista a la cual perteneció, los Tupamaros, recibía entrenamiento, armas y apoyo logístico de Cuba.
En su libro Las Guerras Secretas de Fidel Castro el historiador cubano Juan Benemelis expone que "en 1966 tiene lugar una importante y nutrida reunión entre los líderes de los Tupamaros y Castro, donde se acordó proporcionar entrenamiento guerrillero en Cuba a esta organización".
Lo que va de ayer a hoy
"Ahora [Castro] es un viejito al que se le cayeron los años encima. Sigue estando brillante de acá", dijo, apuntando a su cabeza, el mandatario uruguayo, famoso por su descarnada franqueza, a menudo políticamente incorrecta.
"No es un anciano lelo, de ninguna manera. Tiene la ancianidad en el cuerpo pero tiene eso que no es general entre los hombres y que han tenido algunos viejos en la historia humana. No conocí a Churchill pero me imagino que a los 90 años sería un viejo que estaría decrépito y todo, pero por lo que he podido leer estaba brillante. Otros no tienen la suerte de tener eso", comentó.
Mujica reveló que a Castro hay que leerle las noticias: "está actualizado del mundo entero, le leen de mañana y de noche un boletín de las noticias fundamentales de lo que pasa en el mundo, tiene un conocimiento y percepción global del mundo que asusta", aseguró.
Como presidente, Mujica visitó a Castro en Cuba en julio de 2013 y en enero de 2014.
Luego de su encuentro en 2013, cuando estuvo presente en el acto por el aniversario 60 del asalto al cuartel Moncada, dejó entrever su percepción de los fracasos de la revolución cubana:
"Seguramente en las etapas juveniles las ilusiones nos hacen ver que las metas están mucho más cerca, que son más fáciles y con el transcurso de los años nos vamos llenando de arrugas, de canas, de fracasos, de derrotas y de aprendizaje", expresó a periodistas.
Tras reunirse con el jubilado gobernante este año en ocasión de la Cumbre de la Celac en La Habana, Mujica declaró que lo vio "deteriorado" en su salud y preocupado "por el mundo que no va a ver".
Secretos ajenos
Mujica confirmó a AFP que durante su entrevista en mayo de este año con el mandatario estadounidense, Barack Obama, éste le planteó "el deseo manifiesto de tratar de mejorar la relación con Cuba".
"Me transmitió la preocupación por alguien que está preso en Cuba, de origen norteamericano", dijo además el presidente de Uruguay, en referencia al estadounidense Alan Gross, condenado por espionaje en La Habana.
José Alberto Mujica Cordano militó en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), más conocido como Tupamaros a secas, una guerrilla urbana de izquierda radical que estuvo activa en Uruguay desde 1966 hasta su derrota militar en 1972.
La organización protagonizó secuestros y asaltos a bancos y casinos en nombre de la revolución y dio muerte a 54 personas, incluidos 9 civiles. La más notoria de sus víctimas fue el diplomático estadounidense Dan MItrione, secuestrado y ejecutado por el MLN-T.
Durante ese tiempo, Mujica recibió seis balazos en distintos enfrentamientos armados, fue apresado cuatro veces, y se fugó dos. Tras la derrota de los Tupamaros cumplió trece años de cárcel.