La firma BioCubaFarma, que integra el Grupo de las Industrias Biotecnológicas y Farmacéuticas, difundió este martes una nota alentadora para los epilépticos y pacientes con desorden bipolar, que desde hace varias semanas han visto desaparecer de las farmacias cubanas el medicamento que necesitan.
“Esta dificultad transitoria está en vías de solución y en las próximas semanas se comenzará a normalizar la distribución”, dijo una nota de BioCubaFarma, publicada en las páginas interiores de Granma.
La nota en cuestión asegura que “por el elevado número de personas que en nuestro país consumen el medicamento carbamazepina, que se emplea para varios tipos de tratamientos médicos, se consumen aproximadamente 5,7 millones de tabletas mensuales, lo que equivale a más de 68 millones de tabletas al año. Desde el mes de julio hasta la fecha se han distribuido en el país más de 19 millones de tabletas, que al estar por debajo de la demanda habitual han sido insuficientes para cubrir las necesidades de todos los pacientes que la necesitan”.
El psiquiatra Lino B. Fernández, residente en Miami, explica que la carbamazepina es un fármaco anticonvulsivo que se utiliza, principalmente, para controlar las crisis epilépticas y el trastorno bipolar y en ocasiones la neuralgia del trigémino.
“Es un medicamento que comenzó a usarse en el año 1960 y hoy en día se emplean otros fármacos más eficientes”, afirmó Fernández, quien indicó que se usa también como estabilizador del estado de ánimo en pacientes con actitudes muy agresivas.
La carbamazepina, se emplea también en pacientes diagnosticados con el trastorno explosivo intermitente (abreviado TEI) un comportamiento caracterizado por expresiones extremas de enfado, a menudo hasta el punto de rabia incontrolada, que son desproporcionadas respecto a las circunstancias en que se produce.
La nota de BioCubaFarma, no explicó el uso del medicamento, ni tampoco dejó claro las causas que han provocado su escasez en las farmacias cubanas. Sin embargo, todo parece indicar, leyendo entre líneas el comunicado oficial, que hubo problemas con la calidad de la materia prima comprada en el exterior para producir la carbamazepina en los laboratorios de la isla.
“En el caso de la carbamazepina, se han unido varios de estos aspectos relacionados con determinadas características químicas de las materias primas recibidas de dos proveedores diferentes, que modifican el tiempo de disolución de las tabletas y algunos otros elementos de propiedades aparentes del producto terminado”, dijo el comunicado.
“Teniendo en cuenta que nuestras materias primas provienen en muchos casos de China, India o Europa, se comprende que cualquier reclamación de este tipo implica un retraso en la disponibilidad de esa materia prima, cuyo costo es de millones de dólares y sus condiciones de transportación y almacenamiento especiales”, agregó BioCubaFarma.
“Esta dificultad transitoria está en vías de solución y en las próximas semanas se comenzará a normalizar la distribución”, dijo una nota de BioCubaFarma, publicada en las páginas interiores de Granma.
La nota en cuestión asegura que “por el elevado número de personas que en nuestro país consumen el medicamento carbamazepina, que se emplea para varios tipos de tratamientos médicos, se consumen aproximadamente 5,7 millones de tabletas mensuales, lo que equivale a más de 68 millones de tabletas al año. Desde el mes de julio hasta la fecha se han distribuido en el país más de 19 millones de tabletas, que al estar por debajo de la demanda habitual han sido insuficientes para cubrir las necesidades de todos los pacientes que la necesitan”.
El psiquiatra Lino B. Fernández, residente en Miami, explica que la carbamazepina es un fármaco anticonvulsivo que se utiliza, principalmente, para controlar las crisis epilépticas y el trastorno bipolar y en ocasiones la neuralgia del trigémino.
“Es un medicamento que comenzó a usarse en el año 1960 y hoy en día se emplean otros fármacos más eficientes”, afirmó Fernández, quien indicó que se usa también como estabilizador del estado de ánimo en pacientes con actitudes muy agresivas.
La carbamazepina, se emplea también en pacientes diagnosticados con el trastorno explosivo intermitente (abreviado TEI) un comportamiento caracterizado por expresiones extremas de enfado, a menudo hasta el punto de rabia incontrolada, que son desproporcionadas respecto a las circunstancias en que se produce.
La nota de BioCubaFarma, no explicó el uso del medicamento, ni tampoco dejó claro las causas que han provocado su escasez en las farmacias cubanas. Sin embargo, todo parece indicar, leyendo entre líneas el comunicado oficial, que hubo problemas con la calidad de la materia prima comprada en el exterior para producir la carbamazepina en los laboratorios de la isla.
“En el caso de la carbamazepina, se han unido varios de estos aspectos relacionados con determinadas características químicas de las materias primas recibidas de dos proveedores diferentes, que modifican el tiempo de disolución de las tabletas y algunos otros elementos de propiedades aparentes del producto terminado”, dijo el comunicado.
“Teniendo en cuenta que nuestras materias primas provienen en muchos casos de China, India o Europa, se comprende que cualquier reclamación de este tipo implica un retraso en la disponibilidad de esa materia prima, cuyo costo es de millones de dólares y sus condiciones de transportación y almacenamiento especiales”, agregó BioCubaFarma.