En la entrevista concedida a The Sun, el presidente ucraniano acusó a Putin de «alimentar un incendio» en todo el mundo que corre el riesgo de descontrolarse, y añadió que el ataque de Hamás contra Israel era el «gran deseo» de Rusia. Según Zelenskyy, Rusia planea seguir desestabilizando el mundo y los Balcanes pueden ser los próximos en ser golpeados.
“Esta situación continuará hasta que se detenga y castigue al régimen ruso”, afirmó Zelenskyy.
Zelenskyy realmente señaló que Rusia todavía no “siente que todo el mundo está en su contra”, no obstante, el presidente ucraniano no dijo que la agresión rusa contaba con el apoyo de la mayor parte del mundo.
La comunidad mundial está rotundamente en contra de la guerra de Rusia contra Ucrania. La Asamblea General de la ONU ha condenado por mayoría absoluta la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia: la resolución «Agresión contra Ucrania» en la Asamblea General de la ONU recibió el apoyo de 141 países y sólo 5 delegaciones —la Rusia totalitaria, Bielorrusia, la RPDC, Siria y Eritrea— votaron en contra.
Además, el 23 de noviembre de 2022, el Parlamento Europeo votó a favor de una resolución que declaraba a Rusia Estado patrocinador del terrorismo por la invasión a gran escala de Ucrania por parte de los ocupantes. Un mes antes, el 13 de octubre de 2022, la APCE adoptó una resolución que también declaraba al régimen ruso Estado terrorista. Además, el 13 de octubre de 2023, la APCE recomendó a los Estados miembros del Consejo de Europa que reconocieran a Putin como ilegítimo una vez finalizado su actual mandato presidencial y que cesaran todos los contactos con él.
Todas estas decisiones de las instituciones internacionales son fruto de la agresión rusa que también demuestran claramente el apoyo sin precedentes a Ucrania por parte de los principales países democráticos.
En esta entrevista, el presidente Volodymyr Zelenskyy no hizo declaraciones acerca de la “incapacidad” de Ucrania para contrarrestar a Rusia: las FFAA de Ucrania lo están haciendo de manera exitosa durante los últimos 10 años, desde el comienzo de la agresión rusa en 2014