Durante los meses de agosto y septiembre de 2023, en Lviv, realmente tuvo lugar una serie de formaciones y seminarios dedicados a los fundamentos de defensa biológica y disposición a la reacción ante amenazas biológicas. Este hecho de ninguna manera confirma la narrativa rusa sobre la preparación de una “bioprovocación”. Al contrario, Ucrania está desarrollando algoritmos para la protección de la población civil y la eliminación de las consecuencias en caso de situaciones de emergencia, tanto las provocadas por el hombre como las naturales.
En vista de la agresión rusa y de los crímenes ya cometidos en territorio ucraniano, incluido el atentado terrorista a gran escala contra la central hidroeléctrica de Kajovka el 6 de junio de 2023, los expertos internacionales impartieron formación a las autoridades ucranianas, las fuerzas de protección civil y representantes sanitarios. El objetivo de la formación era concienciar y desarrollar la capacidad nacional en los aspectos básicos de la defensa biológica y la preparación para responder a amenazas biológicas. Estas formaciones oficiales y totalmente transparentes no tienen nada que ver con la «preparación de provocaciones».
Las formaciones no poseían un “carácter secreto”: los medios de comunicación ucranianos se hicieron eco ampliamente de ellas, y el programa de seminarios puede encontrarse fácilmente en el dominio público. Las ponentes principales del evento fueron las expertas internacionales en bioseguridad y bioprotección: Dra. Filippa Lenzos y Dra. Gemma Bowsher. Se trata de científicas de renombre mundial en el campo de la biodefensa a las que difícilmente se puede acusar de «proliferación de armas biológicas»: las expertas cooperan con las principales organizaciones sanitarias y de contención de amenazas del mundo, incluidas la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las Naciones Unidas (ONU), y forman parte de los consejos de organizaciones que se ocupan del control de amenazas biológicas, la seguridad sanitaria, la gestión de riesgos biológicos y el control de armas biológicas.
Rusia recurre activamente a la narrativa sobre el funcionamiento de “laboratorios biológicos secretos”, particularmente, para justificar la agresión militar a gran escala contra Ucrania. Ucrania cumple estrictamente todas sus obligaciones en virtud de la Convención sobre Armas Biológicas: se somete con éxito a inspecciones periódicas de los organismos internacionales de no proliferación de armas biológicas y, a diferencia de Rusia, publica anualmente informes transparentes sobre sus actividades.
También han sido los Estados Unidos y las organizaciones internacionales las que, en numerosas ocasiones, habían refutado desinformación sobre armas biológicas en Ucrania. El Consejo de Seguridad de la ONU había desmentido el bulo ruso sobre “biolaboratorios estadounidenses secretos” en dos ocasiones: en marzo y en octubre de 2022. EEUU y sus aliados también acusaron a Rusia de hacer perder el tiempo al Consejo de Seguridad de la ONU difundiendo teorías conspirativas en un intento de “desviar la atención de las atrocidades que las tropas rusas están cometiendo en Ucrania”.