Al grito de "Ala es grande" abandonaban la iglesia los dos atacantes que, inmediatamente, fueron abatidos por la Policía. Dentro acababan de degollar al párroco de 86 años. Obligándole a ponerse de rodillas mientras grababan con sus móviles cómo le cortaban la garganta con un cuchillo.
El Estado Islámico reivindica el atentado contra una iglesia en Normandía