La tasa de desempleo en España se elevó a la cifra récord de 27,2 por ciento durante el primer trimestre del año, según estadísticas oficiales difundidas este jueves.
El índice de paro significa que más de 6 millones de españoles estaban sin trabajo al cierre de marzo en la cuarta economía en importancia de la llamada zona euro. La peor situación la tienen Andalucía, la Comunidad Valenciana, y Baleares.
La proporción de personas trabajando retrocedió en 322 mil 300, y ahora totaliza 16 millones 634 mil 700, el nivel más bajo desde 2002.
Por siete trimestres consecutivos el número de trabajadores desempleados ha ido en aumento, un nivel de paro no visto hasta ahora en el país y una crisis laboral sólo comparable a la que afronta Grecia, en el cráter de una profunda crisis financiera.
El ya dolido sistema bancario español se vio duramente golpeado entre enero y marzo debido a que mayor número de negocios e individuos se declararon insolventes, lo que se tradujo en una mayor baja de las ganancias de tres de los cinco grandes bancos del país: Santander, Caixabank y Sabadell.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, impuso en 2012 drásticos recortes presupuestarios y elevó los impuestos en un esfuerzo por reducir el abultado déficit fiscal a tono con las políticas de austeridad impulsadas por la Eurozona, que ya va para dos años de su segunda recesión.
Pero los reajustes han tenido un efecto contrario, y tras haberse disipado en parte los temores el año pasado de que España tuviese que ser objeto de un masivo rescate financiero como el aplicado a Grecia, el aumento del desempleo ha servido para poner de relieve de que la situación económica española es peor de lo que se esperaba.
El debate sobre la crisis financiera en la Eurozona está claramente escindido en dos bandos, los que aseguran que sólo con políticas de austeridad podrá estimularse la recuperación económica y los que se oponen a esta hipótesis porque según ellos los severos recortes ejercen el efecto contrario.
El índice de paro significa que más de 6 millones de españoles estaban sin trabajo al cierre de marzo en la cuarta economía en importancia de la llamada zona euro. La peor situación la tienen Andalucía, la Comunidad Valenciana, y Baleares.
La proporción de personas trabajando retrocedió en 322 mil 300, y ahora totaliza 16 millones 634 mil 700, el nivel más bajo desde 2002.
Por siete trimestres consecutivos el número de trabajadores desempleados ha ido en aumento, un nivel de paro no visto hasta ahora en el país y una crisis laboral sólo comparable a la que afronta Grecia, en el cráter de una profunda crisis financiera.
El ya dolido sistema bancario español se vio duramente golpeado entre enero y marzo debido a que mayor número de negocios e individuos se declararon insolventes, lo que se tradujo en una mayor baja de las ganancias de tres de los cinco grandes bancos del país: Santander, Caixabank y Sabadell.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, impuso en 2012 drásticos recortes presupuestarios y elevó los impuestos en un esfuerzo por reducir el abultado déficit fiscal a tono con las políticas de austeridad impulsadas por la Eurozona, que ya va para dos años de su segunda recesión.
Pero los reajustes han tenido un efecto contrario, y tras haberse disipado en parte los temores el año pasado de que España tuviese que ser objeto de un masivo rescate financiero como el aplicado a Grecia, el aumento del desempleo ha servido para poner de relieve de que la situación económica española es peor de lo que se esperaba.
El debate sobre la crisis financiera en la Eurozona está claramente escindido en dos bandos, los que aseguran que sólo con políticas de austeridad podrá estimularse la recuperación económica y los que se oponen a esta hipótesis porque según ellos los severos recortes ejercen el efecto contrario.