Cuba cierra 2024 sin poder cumplir su plan de arribo de visitantes extranjeros. Es el tercer año consecutivo en que La Habana no logra su meta en el turismo, sector que por años ha sido considerado como la "locomotora" de la economía cubana.
“El movimiento de turistas está acá en estos momentos por el piso, está bajísimo, bajísimo” dijo a la agencia Reuter Migdalia Gonzáles, una vendedora ambulante en la Habana Vieja.
En septiembre pasado el oficialismo bajo el listón y anunció que la caída prevista en el sector sería del 16%, reduciendo la previsión a 2.7 millones de turistas internacionales, pero nuevamente se quedaron cortos.
De acuerdo al más reciente informe sobre el tema de la estatal Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), el arribo total de visitantes extranjeros hasta noviembre fue de 2.005.390.
Sobre la drástica caída del turismo en Cuba el economista Emilio Morales, presidente de Havana Consulting Group, publicó recientemente una investigación en el dossier “Cuba Siglo 21” donde pormenoriza las principales causas de esta debacle.
“¿Quién va a pagar miles de dólares por un pasaje de avión y después por la estancia para a ver el infierno?, ese segmento turístico, esa modalidad no existe en el mundo", cuestiona el estudio.
“Canadá ha bajado un 20% en comparación con el año previo a la pandemia el 2019. Los cubanos residente en el exterior han bajado un 52%, que se supone que con los casi 1.8 millones de cubanos que se han ido del país en los últimos 3 años, esa cifra iba a aumentar, pero ha disminuido a la mitad de los que fueron en 2019”, recoge el texto.
El próximo año no apunta a una mejoría. En noviembre pasado la compañía Sunwing Vacations eliminó 26 hoteles cubanos de su lista de destinos para el turismo canadiense por la falta de condiciones en estas instalaciones mientras varias aerolíneas dejaron de volar a Cuba.
En un intento por incentivar el sector, el gobierno comunista esperaba que vacacionistas desde China o mediante el turismo corporativo con Rusia suplieran el déficit, aunque tampoco lo han logrado con ello.
Pese a la debacle del turismo, el régimen continúa apostando por el sector y este año ha invertido cuatro veces más en hoteles que en agricultura, educación y salud, aunque la ocupación hotelera no amortiza el sacrificio que padece la población.
Según estadísticas del Banco Mundial, 2018 fue el año que más turistas extranjeros llegaron a Cuba, pero 2019 experimentó una contracción interanual de un 9.3%, incluso se quedó por debajo de los arribos de 2017.
Luego llegó la pandemia del COVID 19, y aunque sus competidores regionales se recuperaron -incluso Republica Dominicana recibió el pasado año a 10 millones de vacacionistas-, Cuba no ha podido hacerlo.
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