Ante la caída de la llegada de visitantes extranjeros a los polos turísticos cubanos, las autoridades apuestan al turismo nacional para revivir la industria, en especial a los emprendedores que tienen poder adquisitivo.
Pero la mayoría de los cuentapropistas en Cuba no tiene recursos económicos para acudir a los hoteles. Pedro Acosta que opera en la paladar Doña Ceci, ubicada en el Casino Deportivo, en la capital, dijo a Radio Martí que su familia no puede darse lujos extras mensualmente.
"No da para irse de vacaciones tres o cuatro días con la familia", una realidad que vive la mayoría de los cuentapropistas de la isla, afirmó. "Las excepciones de esos que pueden ir, que son los que tienen las paladares más lujosas, con más dinero invertido, son los hijos de papá, los generales, los directores de empresa".
La bloguera y artesana Rebeca Monzó, que renta una habitación en el barrio capitalino de Nuevo Vedado, comentó que su negocio solo da para garantizar la compra de alimentos. "Nosotros estamos sobreviviendo del alquiler, porque la mayoría [de los cuentapropistas] lo que tenemos no son hostales ni casas grandes que alquilar, sino habitaciones. ¿Vamos a gastarnos el dinero que estamos ganando para comer en un hotel?", se cuestionó.
En Morón, Ciego de Ávila, muy cerca del polo turístico de Cayo Coco, Dairis González Ravelo opera dos carros de granizado. Su realidad, afirmó, son las continuas multas por parte de los inspectores. "Los dirigentes, los jefes de empresas, esos sí lo pueden hacer", dijo en referencia a la posibilidad de vacacionar en los hoteles del sector turístico cubano.
El operador de una cafetería en Santa Clara, Yoel Espinosa Medrano, dijo que el gobierno tiene impuestas restricciones diseñadas para impedir el crecimiento de los cuentapropistas. "Yo, como trabajador por cuenta propia, no puedo asistir a un hotel", añadió.
Mientras en Jatibonico, Sancti Spíritus, el joyero Vladimir Ríos Cruz señaló que su dinero rinde solamente para alimentar a su familia, pagar impuestos y multas. "Lo que gano da escasamente para vivir yo y mi familia, lo otro es impuestos y multas".
En entrevista esta semana con la agencia EFE, Reiner Rendón, delegado del Ministerio de Turismo en la provincia de Sancti Spíritus, dijo que para revertir la caída de turistas extranjeros, la industria hotelera apuesta a China, Rusia y sobre todo a los cubanos que se puedan permitir unas buenas vacaciones en los polos turísticos.