Estados Unidos comenzará a rechazar de inmediato a los migrantes cubanos, haitianos y nicaragüenses que crucen ilegalmente la frontera sur con México, una importante expansión de un esfuerzo existente para evitar que los venezolanos ingresen de forma irregular al país.
En una alocución desde la Casa Blanca, el presidente Joe Biden dijo que su administración está estableciendo nuevos procesos de libertad condicional para cubanos, haitianos y nicaragüenses, inspirados en los establecidos para venezolanos en octubre pasado.
Según el anuncio, la administración aceptará a 30.000 personas por mes de las cuatro naciones durante dos años, y ofrecerá la posibilidad de trabajar legalmente, siempre que sigan los protocolos establecidos, tengan patrocinadores elegibles y pasen la verificación de antecedentes.
El presidente Biden dijo, además, que a través de la aplicación CBP One se ofrece un nuevo mecanismo para que los que no son ciudadanos estadounidenses programen citas para presentarse en los puertos de entrada, lo que facilita llegadas seguras y ordenadas. En estas citas se podrá determinar si la persona tiene un reclamo válido de asilo.
La cuota de inmigrantes legales se limitaría a aquellos que ya cuentan con un patrocinador estadounidense, mientras que aquellos que intenten cruzar la frontera entre Estados Unidos y México de manera ilegal serían expulsados.
Las nuevas medidas buscan "mejorar la seguridad fronteriza, limitar la migración irregular y crear procesos adicionales seguros y ordenados para que las personas que huyen de crisis humanitarias vengan legalmente a los Estados Unidos", dijo en un comunicado, antes del discurso del presidente, el Departamento de Seguridad Nacional.
Las personas que ingresen ilegalmente, y que no sean expulsadas bajo el Título 42, una orden de salud pública que permite al gobierno rechazar a los migrantes debido a preocupaciones por la pandemia, serían enviadas de regreso a México y sujetas a una prohibición de reingreso de cinco años.
Un programa similar se lanzó para los venezolanos en octubre pasado.
El programa humanitario ampliado a cubanos, nicaragüenses y haitianos se basaría en esa política, que permite a miles de venezolanos ingresar por vía aérea si presentan una solicitud desde el extranjero y tienen un patrocinador estadounidense.
“No, no se presente simplemente en la frontera”, dijo Biden el jueves. “Quédese donde está y solicite legalmente desde allí”.
Mientras, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas señaló que las personas sin una base legal para permanecer en los Estados Unidos estarán sujetas a una pronta expulsión o remoción.
"Las personas a las que se les brinda un camino seguro, ordenado y legal a los Estados Unidos tienen menos probabilidades de arriesgar sus vidas atravesando miles de millas en manos de traficantes despiadados, solo para llegar a nuestra frontera sur y enfrentar las consecuencias legales de la entrada ilegal”, subrayó.
El 2022 fue testigo de un éxodo irregular e imparable de cubanos hacia Estados Unidos, lo que convirtió esa estampida en la mayor ocurrida en la isla desde 1959.
Hasta el 30 de noviembre pasado, 290.338 cubanos entraron a territorio estadounidense por las fronteras terrestres, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU, lo que representa un récord.
Mientras que 6.182 abandonaron la isla por mar en el año fiscal 2022, que terminó el 30 de septiembre, de acuerdo a estadísticas de la Guardia Costera de Estados Unidos.
La nueva política podría resultar en que 360,000 personas de estas cuatro naciones ingresen legalmente a los Estados Unidos en un año, una gran cantidad, aunque en este momento son muchos más los ciudadanos de esos países que están intentando cruzar a los Estados Unidos a pie o por mar. Solo en noviembre, fueron detenidos 82.286.
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