En un reciente recorrido por la Florida que incluyó paradas en Gainesville (centro norte) y el área metropolitana de Sarasota (costa oeste), el jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, José R. Cabañas, colocó en perspectiva a futuro algunos de los aspectos del proceso de restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, incluyendo la apertura de embajadas y el inicio de viajes a la isla en ferries, autorizado por Washington la semana pasada.
En referencia a la elevación de las respectivas secciones de intereses al rango de embajadas, que los medios anticiparon para las próximas semanas después que Raúl Castro la vinculara con la fecha en que Cuba saldría de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, Cabañas indicó: "No estamos tan cerca de eso, pero sí mucho más que cuando iniciamos las negociaciones en enero".
Aunque la prensa citó a Castro diciendo que una vez que Cuba saliera de la lista negra se podrían nombrar embajadores, la web oficialista Cubadebate publicó el martes una corrección de la cita del gobernante: "podremos entonces avanzar en el proceso de restablecer las relaciones diplomáticas y la reapertura de embajadas".
Los viajes por mar
El diplomático itinerante también consideró como algo "a resolver en el futuro" el inicio de viajes a Cuba, por vía marítima, de cubanoamericanos o estadounidenses sin vínculos familiares bajo las categorías autorizadas.
"Cuando hablo con gente de Miami, algunos creen que esto es algo para mañana mismo", dijo Cabañas durante una conferencia en la Universidad de la Florida, filial de Gainesville. "Esto tomará su tiempo".
Mencionó que hasta ahora la política ha sido no permitir el acceso por vía marítima (en ferries o cruceros) a Cuba, y dijo que ninguna de las compañías interesadas ha presentado sus ideas al Gobierno cubano. "Estas compañías tienen que ir a nuestras autoridades, tienen que presentar sus ideas. A algunos de ellos ya los conocemos. Pero no todos son iguales. Algunos tienen solo la licencia, pero no el capital ni los barcos".
Llamó, asimismo, la atención sobre las licencias otorgadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros de la Tesorería, cuya redacción permitiría no solo el establecimiento de ferries sino quizá de otros servicios como los cruceros al mencionar de modo general "embarcaciones comerciales para pasajeros", no ferries.
El hombre punta del Gobierno de Cuba en Washington reveló, por otra parte, que su Gobierno está negociando con un banco de la Florida para restablecer los servicios bancarios a su Sección de Intereses, interrumpidos hace más de un año cuando el banco M&T rescindió el contrato.
Acerca de otro tema de la agenda bilateral, el de la extradición de fugitivos de la justicia estadounidense, Cabañas descartó la de cubanos que han defraudado al Medicare o cometido otros delitos en Estados Unidos y que han encontrado refugio en Cuba. Dijo que la política de no extraditar nacionales se basa en la Constitución (la regulación aparece en el artículo 6.1 del Código Penal: El ciudadano cubano no puede ser extraditado a otro Estado).
Después de poner en compás de espera los mencionados aspectos, Cabañas dio carácter urgente a uno del deshielo EEUU-Cuba: Las inversiones, en especial en la zona especial de desarrollo del Mariel.
"En el Mariel, muchas compañías serán privadas, tenemos garantías y sistemas de arbitrajes para los inversores que vayan a Cuba. El marco legal es el mismo que les ofrecemos a compañías de otros países, no hay un trato diferenciado para las compañías de Estados Unidos, pero mientras más tiempo pase, menos oportunidad habrá para que estén allí. Mi consejo personal es: Apúrense", dijo.
Vea las declaraciones de José Ramón Cabañas en Bradenton.
