El Departamento de Estado está tomando medidas contra funcionarios de la República Popular China por su participación en actos represivos contra miembros de grupos minoritarios étnicos y religiosos y practicantes religiosos y espirituales dentro y fuera de las fronteras de China, incluso dentro de los Estados Unidos.
Estados Unidos indicó en un comunicado que rechaza los intentos de los funcionarios de China de hostigar, intimidar, vigilar y secuestrar a miembros de minorías étnicas y religiosas, incluidos aquellos que buscan seguridad en el extranjero, y ciudadanos estadounidenses que hablan en nombre de estas poblaciones vulnerables.
“Estamos comprometidos con la defensa de los derechos humanos en todo el mundo y continuaremos utilizando todas las medidas diplomáticas y económicas para promover la rendición de cuentas”, subrayó el Departamento de Estado.
Esta nueva medida impone restricciones de visa a los funcionarios chinos que son responsables de políticas destinadas a reprimir a los practicantes religiosos y espirituales, miembros de grupos étnicos minoritarios, disidentes, defensores de los derechos humanos, periodistas, organizadores laborales, organizadores de la sociedad civil y manifestantes pacíficos en China y más allá.
“Nuevamente hacemos un llamado al gobierno de China para que cese sus actos de represión transnacional, incluido el intento de silenciar a los activistas estadounidenses uigures”, precisó.
Añadió que el gobierno chino debe cesar el genocidio y los crímenes de lesa humanidad en curso en Xinjiang, las políticas represivas en el Tíbet, la represión de las libertades fundamentales en Hong Kong y las violaciones de los derechos humanos, incluidas las violaciones de la libertad religiosa, en otras partes del país.