Han transcurrido 12 meses de la noticia que estremeció Cuba. Miles de cubanos lanzados a las calles de varios municipios del país protestando contra el régimen y pidiendo libertad. Comenzó en San Antonio de los Baños, provincia de Artemisa y gracias a que se hizo una directa en redes sociales, se fue diseminando por todo el país.
Muchos analistas coinciden en que el combustible para las protestas del 11 de julio del 2021 en Cuba estuvo en la crisis económica que se reflejó entre otras cosas en la falta de alimentos y medicinas y agudizó el malestar en muchos sectores de la población. Expertos explican a Radio Martí cómo aprecian este panorama un año después.
“Yo creo que a un año después del 11 de julio, realmente se ha ido complicando aún más la economía que ese momento”, valoró el ex. Profesor de Economía de la Universidad de La Habana Omar Everleny Pérez Villanueva, quien señaló como única diferencia positiva que durante el año comenzó a entrar un limitado número de turistas.
“Sin embargo, se mantiene el deterioro de indicadores que fueron fundamentales para el descontento de ese momento, es decir, precios muy altos, yo te diría que la inflación está cada día más alta que en ese momento. Se mantienen los apagones. Bueno relacionado con lo primero, hay una pérdida de poder adquisitivo de los salarios. Los salarios cada vez son son más bajos”, apuntó el experto.
El economista y consultor de empresas privadas, Ángel Rodríguez Pita señaló que el estallido del 11 J estuvo también muy relacionado con el aumento del valor de la divisa en el mercado informal: el euro se había disparado a 87 pesos cubanos, el dólar estaba en 57 y el MLC rondaba los 60 pesos.
“Tras un año de las protestas del 11 de julio, el euro al cierre del mes de junio se encontraba alrededor de los 120 pesos cubanos. El dólar norteamericano a razón de 105 pesos cubanos y el MLC entre 110 y siendo 115 pesos cubanos”, dijo.
Rodríguez Pita recordó que, tras las protestas del 11 de julio de 2021, el gobierno se apresuró y eliminó las restricciones aduanales para la entrada de alimentos y medicamentos, también sacaron una nueva ley de micros, pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, apuntó que “realmente, las medidas que se han dado, al fin y al cabo, no satisfacen las demandas de la ciudadanía”.
Según afirma Pérez Villanueva, las Mipymes no pueden funcionar en medio de la crisis aguda que enfrenta el país, por que “un país con tantos desequilibrios estructurales, un país endeudado, un país que tiene problemas con el combustible… eso al final se refleja en todo el tejido productivo del país”.
“Entonces una empresa privada podrá tener el mejor diseño del mundo. Sin embargo, tiene dificultad para importar o para utilizar las materias primas que necesitaría”, afirmó.
Un año después del 11J la crisis económica que sufren los cubanos es más aguda, pero también como nos recuerda en su podcast la periodista Yoani Sánchez, la retórica oficial es "cada vez más agresiva, más intolerante y más represiva” .
