El consejero de la misión de Rusia ante la Organización de Unidas (ONU), Boris Bondarev, presentó su dimisión y aseguró no haberse sentido nunca tan “avergonzado” de su país “como desde el 24 de febrero”, día en que comenzó la guerra de Rusia contra Ucrania.
La organización no gubernamental UN Watch difundió un comunicado este lunes con la noticia, asumido como auténtico en la sede de la ONU, en el que señala que Bondarev es “uno de los diplomáticos de más alto rango en ‘desertar’ desde el comienzo del conflicto”.
Boris Bondarev, quien también trabajara en el Ministerio de Exteriores de Rusia, fungía como Consejero ante la ONU desde 2019, afirmó que “la guerra de Putin contra Ucrania y, de hecho, contra el mundo occidental, no sólo es un crimen contra el pueblo ucraniano, sino también, quizás, el más grave crimen contra el pueblo de Rusia”.
El diplomático dijo que “lamenta admitir que a lo largo de estos veinte años el nivel de mentiras y falta de profesionalidad en el trabajo del Ministerio de Asuntos Exteriores ha ido en aumento”. Aádió que el resultado de esta práctica se puede considerar como “catastrófico” en los últimos años.
Tras señalar que el ministro de Exteriores ruso Serguei Lavrov es un claro ejemplo de esta degradación debido al proceso degenerativo que ha sufrido en 18 años, en los que ha pasado de ser “un intelectual profesional y culto” a “una persona que emite constantemente declaraciones contradictorias y amenaza al mundo, (es decir, también a Rusia) con armas nucleares”.
Bondarev concluyó que “Rusia ya no tiene aliados, y no hay que culpar a nadie más que a su política imprudente y mal concebida” por ello.
