Los desplantes, esperas estériles y actos llenos de arrogancia de Fidel Castro a figuras públicas son bien conocidos, pero uno de los que más ha molestado fue el que sufrió el excampeón de boxeo de los pesos pesados Muhammad Ali, cuando “El Más Grande” viajó a La Habana, en 1996.
Según el relato, que apareció originalmente en la edición de septiembre de 1996, apareció de nuevo publicado en la revista Esquire de EEUU, firmado por el prestigioso periodista estadounidense Gay Telese, Castro hizo esperar de pie a Ali unos treinta minutos en una sala de recepción del denominado Palacio de la Revolución, a sabiendas que el tres veces campeón estadounidense de los pesos pesados padecía Parkinson y sus manos temblaban incontrolablemente a sus 56 años de edad.
Acompañaban en el salón a Ali, en esos minutos de espera, que debieron parecer horas, su esposa Yolanda (tercer matrimonio del boxeador), el fotógrafo Howard Bingham y el ex boxeador cubano Teófilo Stevenson con su cuarta esposa, dice la nota de la revista. Cerca de la puerta por la que iba a entrar Castro, se encontraban cuatro camarógrafos de la cadena estadounidense CBS y el productor Ed Bradley.
Dos noches atrás, una reunión con Castro en el Hotel Biocaribe, ubicado en la Calle 158 y Avenida 31, en el Reparto Cubanacán, nunca llegó a efectuarse porque este nunca apareció y jamás se disculpó por no haber arribado al lugar donde lo esperaban.
Pasadas las 9 de la noche, por fin, Castro llegó esta vez y tras decir en voz bien alta ¡buenas noches!, saludó a Ali y las personas que le acompañaban.
El ex boxeador y activista murió el 3 de junio de 2016, a la edad de 74 años, en Scottsdale, Arizona, Estados Unidos.