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Golpean a preso del 11J en la enfermería de la cárcel Guamajal


Loreto Hernández García, prisionero político del 11J (Tomada de Facebook)
Loreto Hernández García, prisionero político del 11J (Tomada de Facebook)

El prisionero político del 11J Loreto Hernández García recibió una brutal golpiza a manos de un preso común en el interior de la enfermería de la cárcel Guamajal, donde reclamaba atención médica para debido a su delicado estado de salud

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El preso político Loreto Hernández fue agredido por reclusos comunes en la enfermería de la prisión de Guamajal, en Villa Clara, informó a Martí Noticias su hermano, el opositor exiliado Jorge Luis García Pérez, conocido por Antúnez.

“Estoy denunciando la vil crueldad de una dictadura que se ensaña contra este valiente cubano que se encuentra internado en la enfermería de la prisión de mayor rigor conocida como Guamajal, información que se ha ido corroborando a raíz de llamadas telefónicas y de otras fuentes de presos cercanos a él”, explicó.

“Hace unos días mi hermano sufrió una fuerte crisis de hipertensión arterial con dolores en el pecho y, cuando llegó a la enfermería, se puso a reclamar atención médica porque no se la querían dar. Uno de los matones presos comunes de ese lugar, conocido por su conducta agresiva con los presos políticos y su alta peligrosidad, lo agredió salvajemente y mi hermano tuvo que ser conducido a otra sala donde se encuentra actualmente”, detalló.

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Antúnez responsabiliza a la "tiranía de los Castro de lo que pueda ocurrir con la vida e integridad física" de Loreto Hernández García, "quien ha tenido que estar pagando un altísimo costo humano, tanto por sus ideas políticas como por su vocación religiosa”.

Loreto Hernández y su esposa, la activista Donaida Pérez Paseiro, reconocidos ambos como prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional, son integrantes de la Asociación Yorubas Libres de Cuba y fueron sentenciados a siete y ocho años de cárcel respectivamente por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021.

El caso ha sido denunciado como una violación de la libertad religiosa en Cuba en varios informes del Departamento de Estado de Estados Unidos, la Comisión de Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) y por organizaciones como Amnistía Internacional, el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas y Solidaridad Cristiana Internacional (CSW, por sus siglas en inglés).

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