Un informe de la publicación digital The Cuban Economy asegura que, para algunos serios analistas, el resultado de tres pozos fallidos en tres intentos en busca de petróleo en aguas cubanas podría sugerir que la amenaza de un derrame en alta mar sería de un impacto catastrófico para las aguas de Estados Unidos y de los ecosistemas compartidos del Golfo de México y Cuba
Así apunta la publicación que, en mayo de 2012, la petrolera española Repsol anunció que había perforado un pozo seco durante su exploración en aguas profundas de Cuba.
Después de haber gastado cerca de $ 150 millones en dos intentos fallidos de exploración de pozos en aguas de Cuba (la primera fue en 2004), la compañía reveló que es probable que salga de la isla a explorar campos rentables, como los de Angola y Brasil.
En agosto de 2012, la empresa petrolera estatal de Cuba anunció que el último proyecto de exploración Costa Afuera, perforado por la empresa estatal de Malasia, en la costa noroeste de Cuba, tampoco tuvo éxito
Subraya The Cuban Economy que el gobierno de Estados Unidos promulgó estrictas normas que rigen la perforación en aguas profundas de su territorio, a raíz del derrame de petróleo de Deepwater Horizon, y ha reconocido públicamente la necesidad de prepararse mejor para un derrame de gran potencial las aguas cubanas del Golfo de México.
No obstante, asegura el informe que Estados Unidos no hace lo suficiente en ese sentido, pues más allá de su proximidad geográfica, Cuba y Estados Unidos están fuertemente interconectados por las corrientes marinas y los ecosistemas de modo que un derrame en uno u otro país podría tener un profundo impacto en la pesca, el turismo y la recreación en toda la región.
Sin embargo, según la publicación, desde hace mucho tiempo las sanciones económicas de Estados Unidos al régimen militar cubano, dificultan la colaboración en el tema petrolero.
The Cuban Economy no se oculta en subterfugios y declara que el propósito de este informe es dar a conocer que el diálogo directo y la cooperación entre Estados Unidos y el régimen comunista de Cuba, en materia ambiental y de seguridad relacionados con el petróleo en alta mar y el desarrollo del gas, es la única vía eficaz para proteger los valiosos intereses ambientales y económicos en ambos países.
El informe sugiere que de manera unilateral, Estados Unidos debe revisar su proceso de concesión de licencias para asegurarse de que los recursos de las empresas privadas de Estados Unidos y el personal podría ser desplegado en forma oportuna y completa de ocurrir un derrame de petróleo en Cuba.
En el plano bilateral, según el informe, los gobiernos de Estados Unidos y de Cuba deben crear un acuerdo escrito similar a los acuerdos existentes con los países vecinos como México y Canadá.
Así apunta la publicación que, en mayo de 2012, la petrolera española Repsol anunció que había perforado un pozo seco durante su exploración en aguas profundas de Cuba.
Después de haber gastado cerca de $ 150 millones en dos intentos fallidos de exploración de pozos en aguas de Cuba (la primera fue en 2004), la compañía reveló que es probable que salga de la isla a explorar campos rentables, como los de Angola y Brasil.
En agosto de 2012, la empresa petrolera estatal de Cuba anunció que el último proyecto de exploración Costa Afuera, perforado por la empresa estatal de Malasia, en la costa noroeste de Cuba, tampoco tuvo éxito
Subraya The Cuban Economy que el gobierno de Estados Unidos promulgó estrictas normas que rigen la perforación en aguas profundas de su territorio, a raíz del derrame de petróleo de Deepwater Horizon, y ha reconocido públicamente la necesidad de prepararse mejor para un derrame de gran potencial las aguas cubanas del Golfo de México.
No obstante, asegura el informe que Estados Unidos no hace lo suficiente en ese sentido, pues más allá de su proximidad geográfica, Cuba y Estados Unidos están fuertemente interconectados por las corrientes marinas y los ecosistemas de modo que un derrame en uno u otro país podría tener un profundo impacto en la pesca, el turismo y la recreación en toda la región.
Sin embargo, según la publicación, desde hace mucho tiempo las sanciones económicas de Estados Unidos al régimen militar cubano, dificultan la colaboración en el tema petrolero.
The Cuban Economy no se oculta en subterfugios y declara que el propósito de este informe es dar a conocer que el diálogo directo y la cooperación entre Estados Unidos y el régimen comunista de Cuba, en materia ambiental y de seguridad relacionados con el petróleo en alta mar y el desarrollo del gas, es la única vía eficaz para proteger los valiosos intereses ambientales y económicos en ambos países.
El informe sugiere que de manera unilateral, Estados Unidos debe revisar su proceso de concesión de licencias para asegurarse de que los recursos de las empresas privadas de Estados Unidos y el personal podría ser desplegado en forma oportuna y completa de ocurrir un derrame de petróleo en Cuba.
En el plano bilateral, según el informe, los gobiernos de Estados Unidos y de Cuba deben crear un acuerdo escrito similar a los acuerdos existentes con los países vecinos como México y Canadá.