La cantidad de turistas que llegaría a Cuba este año sería casi un 10% menor que los 5 millones de viajeros que estimaba La Habana, dijo el jueves el ministro del ramo, Manuel Marrero.
El funcionario señaló que la baja se debe al recrudecimiento de las sanciones impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump al no permitir los viajes de estadounidenses, las visitas a través de cruceros, ni aviones privados, presionando a La Habana para que deje de apoyar al régimen de Nicolás Maduro.
Con la reactivación del Título III de la Ley Helms-Burton, Washington dio luz verde también en abril para que ciudadanos estadounidenses presenten demandas contra compañías extranjeras radicadas en la isla por usar propiedades nacionalizadas tras la revolución de 1959.
"Estas medidas provocaron una reducción de la actividad turística del 20,33% en el mes de junio", dijo Marrero, sin más detalles, según medios oficiales.
El ministro agregó que el país espera cerrar el año con el arribo de unos 4.3 millones de turistas, en comparación con los 4.7 millones del año pasado. "La meta para 2019, tras las prohibiciones de Washington, quedará recortada en un 10%", dijo el ministro, citado por la agencia estatal de noticias Prensa Latina.
Los visitantes estadounidenses se convirtieron en el segundo grupo más grande de turistas a la isla en los últimos años después de los canadienses. Marrero dijo que en 2019 el país se proponía recibir un millón de cruceristas. "En estos momentos no tenemos ningún barco operando en Cuba", agregó.
Los viajes desde Estados Unidos a la isla aumentaron en los últimos años luego de que el expresidente demócrata Barack Obama flexibilizó las restricciones, permitiendo los vuelos comerciales y los servicios de cruceros.
Pero Trump se ha enfocado en recortar la distensión iniciada por Obama y recrudecer el embargo comercial de casi seis décadas.
"Nuestros ingresos se han reducido en un 80 por ciento", dijo Carlos Cristóbal Márquez, propietario y chef del restaurante privado San Cristóbal, donde Obama cenó en su viaje histórico a La Habana en 2016.
El designado presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, dijo el jueves que "una parte importante de lo que entra (ingresos) y de lo que disponemos semanalmente para pagar deudas (...) es del turismo". "Es una de las actividades que suena la contadora (cajaregistradora) todos los días para el país", señaló.