El compositor y cantante cubano Francisco “Pancho” Céspedes dio a conocer el domingo en su cuenta de Facebook que las autoridades cubanas suspendieron el concierto que iba a dedicar al Día Internacional de la Mujer en el cabaret Copa Room, del Hotel Riviera, en La Habana.
“Parece o es una realidad que decir nuestras verdades y sentimientos sobre el fracaso del proyecto ‘revolucionario’ luego de 61 años en que la inmensa mayoría de la población vive en la pobreza bajo amenaza de represión si osan disentir con lo establecido”, escribió Céspedes al referirse al motivo de la cancelación, que le fue notificada a última hora.
Añade que lo dijo “allí en La Habana hace cuatro días, en público”, y califica de imperdonable el hecho de que en Cuba, gobernada “por corruptos psicópatas”, unos pocos que se sienten dueños del país viven bien y casi todos “malviven”.
Aparentemente se refería a un comentario previo en el cual admitió haber nacido antes de 1959 y manifestaba que la salvación prometida por los revolucionarios hace 61 años no era para todos: “no dijeron que era solo para ellas y ellos, y a los de a pie… ya sabemos toda la igualdad de vivir sin esperanzas”.
Al comentario de alguien que escribió al pie en portugués “Estas hecho un j… viejo, mi hermano”, Céspedes replicó: “Los viejos son los que no dejan el poder y siguen j… a la gente¨.
De acuerdo con lo que publica ahora el compositor e intérprete de “Vida loca” en la nota de Facebook de este domingo bajo el título de “Crónica de una presentación anulada”, no es la primera vez que lo censuran.
“Ya me lo habían hecho hace más de 10 años en La Cecilia de la 5ta Avenida el mismo día de la presentación, provocando un gran dolor en mí y el asombro del público, que cuando llegaba le ofrecían la cena de Noche Buena aquel 24 de diciembre y la rechazaban indignados pidiendo solo sus reintegros”, escribió Céspedes.
A juzgar por su texto, todo comenzó en 1999, cuando el Ministerio de Cultura no le perdonó declaraciones suyas publicadas en el diario español El País, “como que el ‘jefe’ guapeaba el discurso y el pueblo empeñaba el cuerpo y las almas con inmerecido sacrificio”.
La censura se habría extendido hasta 2014, cuando el compositor y guitarrista Leo Brouwer lo invitó al Festival de Música de Cámara en el teatro habanero Karl Marx.
Habla de las manos “absorbentes y porosas” de los dirigentes del Ministerio de Cultura, “acostumbrados a que los artistas donen sus ofrendas”; critica a los del gremio y a “los oportunistas” que jamás han dicho una frase de solidaridad con los censurados, antes de advertir que no lo acusen de haberse vendido “al otro bando”.
“Porque para mí solo se traen un jueguito común con los politiqueros de Miami y el mismo discurso, inventando sus falsos héroes y aprovechándose de las verdaderas víctimas”, escribió Céspedes. “La vida vale la pena al vivirla sin tantas penas... digo yo”, concluye el compositor y cantante.