El anuncio por parte del gobierno de Cuba del lanzamiento de un plan piloto para el acceso a internet en los hogares ha sido visto con escepticismo por cubanos, según opiniones de capitalinos consultados por Martí Noticias.
El proyecto, que ya había sido anunciado en enero pasado por la Empresa Estatal de Comunicaciones de Cuba (ETECSA), deberá materializarse antes de que finalice el 2016 y solo se ejecutará en el municipio capitalino de La Habana Vieja.
Emis Masa, residente en la capital, dijo que para poder obtener el servicio ahora tiene que ir a un hotel y consumir antes de tener derecho a conectarse a la red. También puede hacerlo en los puntos wifi, pero reconoce que sería más cómodo conectarse desde su casa.
Usuarios de ETECSA se quejan de la falta de privacidad en los puntos wifi, usualmente ubicados en plazas y parques públicos.
El profesor Yunior Reyes opinó que esas medidas debían haberse tomado hace mucho tiempo. "Es una pena que lo estén haciendo ahora, pero nunca es tarde", señaló.
Todavía no se conocen detalles de la forma en que se prestará el servicio, ni de las tarifas que impondrán a los usuarios, pero la periodista independiente Miriam Leiva cree que será “bastante selectivo”.
Leiva “saluda” que se estén buscando formas de hacer llegar la Internet a todo el mundo, pero le llama la atención que hayan empezado por La Habana Vieja, "que es la zona por donde más turistas circulan", destacó la periodista, quien considera que mayor contacto con el exterior “ayuda a una apertura en ese sentido”.
ETECSA aclaró que no todos los habitantes de los consejos populares seleccionados participarán en el proyecto, sino solo unos 2.000 usuarios, sin embargo Leiva recordó que en La Habana Vieja existen empresas, talleres, galerías de artistas conocidos y muchas casas habilitadas para el hospedaje de turistas que "necesitan conexión a Internet".
Cuba es actualmente uno de los países con menor tasa de conectividad del mundo. El acceso a internet desde las casas particulares no está permitido para los cubanos salvo algunos sectores profesionales como médicos, periodistas, académicos e intelectuales, que requieren una autorización especial del Gobierno.
