El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio a conocer este viernes en Miami, Florida, su nueva política hacia Cuba, en la cual endurece el embargo, limita los viajes de estadounidenses y prohíbe negocios con empresas administradas por militares cubanos.
Según www.cnbc.com, este nuevo cambio de rumbo de Washington hacia La Habana "podría no detener los vuelos o cruceros, pero sí podría frenar el desarrollo hotelero en la isla".
Marriott International señaló en un comunicado que las operaciones planificadas en Cuba pueden depender de las regulaciones de la Administración Trump. "Hemos invertido recursos considerables" para abrir un hotel y otro está siendo planificado.
"Lo más importante es que, como Cuba se mueve para reformar su economía en la era post-Castro, las empresas estadounidenses deben estar presentes para predicar con el ejemplo", dice la declaración de Marriott.
"Seguiremos instando a la Administración Trump y el Congreso a reconocer y aprovechar el turismo como una herramienta estratégica en los esfuerzos para mejorar las relaciones con Cuba, lo que nos permite ser parte de un futuro prometedor, en contraposición con las políticas del pasado".
Steven Zelkowitz, accionista gerente y co-presidente del grupo de la industria de hospitalidad en la compañía de abogados GrayRobinson, considera que el desarrollo hotelero en Cuba disminuirá debido a la decisión adoptada por Trump, porque impide que las compañías estadounidenses de realicennegocios con empresas controladas por los militares cubanos.
"Hay tantas otras oportunidades en tantos otros países donde resulta más fácil tratar con el Gobierno y la infraestructura , que las empresas hoteleras examinarán esas oportunidades primero," dijo Zelkowitz, cuya firma representa a empresas hoteleras como Solé y Marriott.
Zelkowitz dijo que Solé estuvo considerando la posibilidad de abrir un hotel en la isla, pero cambió de manera de pensar a causa del cambio de política hacia Cuba de La Casa Blanca. Añadió que otras empresas podrían seguir su ejemplo.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos no vio con buenos ojos la nueva política de Trump hacia Cuba.
"El compromiso del sector privado estadounidense puede ser una fuerza positiva para el tipo de cambio que todos deseamos ver en Cuba ", dijo Myron Brilliant, jefe de asuntos internacionales de la Cámara, en un comunicado:" Desafortunadamente, los movimientos actuales limitan la posibilidad de un cambio positivo en la isla y el riesgo de ceder oportunidades de crecimiento a otros países que, francamente, no pueden compartir el interés de Estados Unidos en una Cuba libre y democrática".
El mercado en línea y servicio de hospitalidad Airbnb, que permite a los cubanos y personas en otras partes del mundo alquilar alojamiento a corto plazo en apartamentos y casas de familia, dijo que piensa hablar con el gobierno de Trump y con el Congreso en las próximas semanas.
"Viajar de Estados Unidos a Cuba es una forma importante de fomentar la diplomacia de persona a persona", dijo la compañía en un comunicado. "Mientras estamos revisando lo que esta política podría significar para este tipo de viajes, apreciamos que la política parece permitirnos continuar apoyando a los anfitriones de Airbnb en Cuba que han recibido a viajeros de todo el mundo".
Según Airbnb, desde abril de 2015 ha acogido a más de 560.000 personas en Cuba.
Entretanto, American Airlines (AAL) dijo que está instando a los clientes que piensan viajar a Cuba que vigilen de cerca las actualizaciones del Gobierno de los Estados Unidos.
"Como aerolínea global, American se compromete a continuar prestando servicioa Cuba", dijo la compañía. "Estamos revisando la orden ejecutiva para entender los posibles impactos a nuestros clientes o nuestro servicio actual".
American realiza 10 vuelos desde Estados Unidos a Cuba todos los días, según datos de la Guía Oficial de Aerolíneas.
(Redactado por Jorge P. Martínez, con información de CNBC y CNN)