El diario estadounidense The Wall Street Journal anticipa hoy que el embargo económico y comercial contra el gobierno de Cuba puede convertirse en tema central del debate en la Florida, uno de los mayores estados políticamente impredecibles, durante la próxima campaña electoral del 2016.
Un artículo de opinión firmado por Beth Reinhard observa que la demócrata Hillary Clinton, quien respaldó las sanciones en su campaña de 2008, cambió su posición a principios de este año y pidió ponerles fin, por considerar que Castro las utiliza como chivo expiatorio de los problemas de la isla, y que frenan la agenda de EE.UU. en América Latina.
Entre los potenciales rivales republicanos de Clinton se cuentan los senadores por Florida, Marco Rubio, y Ted Cruz, por Texas, ambos hijos de inmigrantes cubanos cuyo interés en el mantenimiento de las sanciones es tanto político como personal. Para ellos y otros partidarios de mantener el embargo levantarlo sería como premiar a un régimen represivo que niega a su pueblo los derechos humanos esenciales y las libertades civiles, apunta la autora.
Por otra parte, se espera que el ex gobernador de Florida Jeb Bush, padre y hermano de presidentes y de quien dicen en broma que fue el primer gobernador cubanoamericano de Florida debido a sus nexos con la comunidad y su fluido español, defienda el embargo en un discurso el martes, tomando distancia de la señora Clinton mientras se encamina a tomar una decisión sobre si lanzará o no su candidatura para presidente en la campaña de 2016.
Algunos aliados de Clinton ya están cuestionándose cómo una candidatura presidencial de Jeb Bush haría más difícil para conseguir el botín de 29 votos electorales que aporta el estado.
El artículo señala que quienes esperaban que el candidato demócrata a gobernador Charlie Crist pudiera ofrecer a la ex secretaria de Estado alguna protección política frente a los cubanoamericanos se desilusionaron cuando el ex gobernador, que se había manifestado a favor de levantar el embargo en febrero, perdió en su campaña por recuperar el cargo ante el republicano Rick Scott en las elecciones del 4 de noviembre.
Reinhard destaca que en Florida residen tres cuartas partes de los cerca de 2 millones de cubanos y cubanoamericanos de la nación, pero un análisis del Pew Research Center sobre datos arrojados por una encuesta de 2013 encontró que menos de la mitad de los votantes cubanos en todo el país se inclinan actualmente por los republicanos, comparados con 64% hace una década.
Durante el mismo período, la fracción de los cubanos y cubanoamericanos que favorecen al Partido Demócrata se duplicó, de 22% a 44%.