Reporteros ciudadanos recorren barrios de la capital cubana para mostrar las dos caras de una ciudad en la que algunos municipios (Guanabacoa, Marianao o Arroyo Naranjo) piden a gritos ser remozados y pintados. Mientras, la avenida del Malecón ofrece un aparente orden de limpieza y sobriedad.
La Red Cubana de Comunicadores y la Asociación de Periodistas independiente ASPIVisión que recorrieron ambas zonas coinciden en plantear que hay una parte de la capital que urge de reparaciones inmediatas para impedir que "La Habana se caiga en pedazos" pero advierten que hay otras zona que aunque aparentan estar perfectas podrían engañar a los ojos del mejor observador.
El reportero ciudadano Aramís Lázaro Sáez Sánchez asegura que el inmueble ubicado en Calzada de Luyanó, entre Concha y Teresa Blanco, municipio Diez de Octubre fue cerrado porque está en malas condiciones.
"Hace más de diez años ese lugar era un taller de refrigeración, pero al estar en malas condiciones lo cerraron. Después, lo retomó el Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (INDER), con el objetivo de que los niños practicaran artes marciales pero poco tiempo después tuvieron que suspender las clases, ante el peligro para los estudiantes, porque el lugar se encontraba en riesgo de derrumbe", dice el reportero.
"Paredes y columnas con rajaduras, descorchadas, carentes de techo en algunos espacios, en fin un área en completo abandono".
También, Misael Aguilar Hernández, de la Red Cubana de Comunicadores muestra las condiciones de la estación de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, que "amenaza con derrumbarse de un momento a otro, al menos parcialmente'.
"Una parte del techo se ha venido abajo y lo que queda presenta fragmentos desprendidos o colgando. Todas las mañanas esperan aquí los viajeros que van hacia La Habana, se tienen que parar hacia un costado de la estación aunque algunas personas se quedan bajo el techo destruido".
"No se vislumbra ningún movimiento que indique se vaya a reparar el lugar, no se ven materiales de construcción. La administración se ha limitado a escribir con crayolas letreros pocos visibles que dicen “Peligro de derrumbe”; pero no hay nada, ni nadie que limite el acceso, dice el reportero ciudadano.
Los niños juegan bajo el techo destruido, con riesgo para sus vidas. Quienes esperan suelen decir con amarga ironía: “Hoy esperamos a un costado de la estación, mañana lo haremos entre sus escombros”, concluye Aguilar.
Pero hay otra zona de la capital que aunque está pintada, 'engaña', dice Lázaro Yuri Valle director del canal de video YuriProducction que mostró en un pequeño reportaje lo ocurrido el pasado 15 de marzo en el céntrico Malecón.
El reportero David Águila Montero dijo que allí "se derrumbó el balcón de un edificio situado en una zona céntrica de la capital porque no le hicieron correctamente los soportes de las columnas que aguantan al balcón y por eso se vino abajo".
La zona del Malecón en la capital cubana siempre ha sido restaurada y atendida con un poco más de énfasis por las autoridades locales pero a juicio de Águila "nadie se puede fiar" porque el gobierno repara y reconstruye para "tapar".
"Si bien es cierto que las fachadas se ven pintadas y remozadas adentro de los edificios hay un gran deterioro", precisó.
Águila señaló que en la zona deben emplearse materiales mucho más resistentes al salitre para que el deterioro sea menor, sin embargo asegura que el gobierno no ha tomado acciones para que las reparaciones se hagan con la calidad que requieren los edificios "por eso es que se derrumban enseguida".
La Red Cubana de Comunicadores y la Asociación de Periodistas independiente ASPIVisión que recorrieron ambas zonas coinciden en plantear que hay una parte de la capital que urge de reparaciones inmediatas para impedir que "La Habana se caiga en pedazos" pero advierten que hay otras zona que aunque aparentan estar perfectas podrían engañar a los ojos del mejor observador.
El reportero ciudadano Aramís Lázaro Sáez Sánchez asegura que el inmueble ubicado en Calzada de Luyanó, entre Concha y Teresa Blanco, municipio Diez de Octubre fue cerrado porque está en malas condiciones.
"Hace más de diez años ese lugar era un taller de refrigeración, pero al estar en malas condiciones lo cerraron. Después, lo retomó el Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (INDER), con el objetivo de que los niños practicaran artes marciales pero poco tiempo después tuvieron que suspender las clases, ante el peligro para los estudiantes, porque el lugar se encontraba en riesgo de derrumbe", dice el reportero.
"Paredes y columnas con rajaduras, descorchadas, carentes de techo en algunos espacios, en fin un área en completo abandono".
También, Misael Aguilar Hernández, de la Red Cubana de Comunicadores muestra las condiciones de la estación de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, que "amenaza con derrumbarse de un momento a otro, al menos parcialmente'.
"Una parte del techo se ha venido abajo y lo que queda presenta fragmentos desprendidos o colgando. Todas las mañanas esperan aquí los viajeros que van hacia La Habana, se tienen que parar hacia un costado de la estación aunque algunas personas se quedan bajo el techo destruido".
"No se vislumbra ningún movimiento que indique se vaya a reparar el lugar, no se ven materiales de construcción. La administración se ha limitado a escribir con crayolas letreros pocos visibles que dicen “Peligro de derrumbe”; pero no hay nada, ni nadie que limite el acceso, dice el reportero ciudadano.
Los niños juegan bajo el techo destruido, con riesgo para sus vidas. Quienes esperan suelen decir con amarga ironía: “Hoy esperamos a un costado de la estación, mañana lo haremos entre sus escombros”, concluye Aguilar.
La Habana, la otra cara de la moneda
Pero hay otra zona de la capital que aunque está pintada, 'engaña', dice Lázaro Yuri Valle director del canal de video YuriProducction que mostró en un pequeño reportaje lo ocurrido el pasado 15 de marzo en el céntrico Malecón.
El reportero David Águila Montero dijo que allí "se derrumbó el balcón de un edificio situado en una zona céntrica de la capital porque no le hicieron correctamente los soportes de las columnas que aguantan al balcón y por eso se vino abajo".
La zona del Malecón en la capital cubana siempre ha sido restaurada y atendida con un poco más de énfasis por las autoridades locales pero a juicio de Águila "nadie se puede fiar" porque el gobierno repara y reconstruye para "tapar".
"Si bien es cierto que las fachadas se ven pintadas y remozadas adentro de los edificios hay un gran deterioro", precisó.
Águila señaló que en la zona deben emplearse materiales mucho más resistentes al salitre para que el deterioro sea menor, sin embargo asegura que el gobierno no ha tomado acciones para que las reparaciones se hagan con la calidad que requieren los edificios "por eso es que se derrumban enseguida".