"Si Cuba asiste a la Cumbre de las Américas en Panamá en abril del 2015, se perdería el espíritu democrático con que se creó ese foro en Miami en 1994", dijo Dan Restrepo, ex asesor de Barack Obama para América Latina en entrevista exclusiva con Martí Noticias.
Cuba no es democracia y su presencia en Panamá le restaría el carácter democrático con que fue creado ese foro, insistió el que fuera miembro del Consejo de Seguridad Nacional, y recordó que ese espíritu se refrendó en la III Cumbre en el 2001 en Canadá, con la Declaración de Quebec.
Entonces, los mandatarios asistentes firmaron el documento por el que sus naciones se comprometían a “fortalecer la democracia representativa, promover una eficiente gestión de gobierno y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales”.
Recordó el entrevistado que hay varios gobierno que ahora asisten a esos eventos que no velan por el cumplimiento de los principios democráticos, pero EE UU “sigue siendo el defensor de la democracia” y estará allí para hablar de derechos humanos, de democracia y libertades individuales. Y destacó que vaya o no vaya Cuba, lo que importa es lo que se exponga en materia de democracia y derechos humanos.
Bajo el título “Dentro de la Casa Blanca: una mirada a la política de Obama a América Latina”, la Escuela de Relaciones Internacionales y Política Pública de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), organizó un coloquio con Restrepo y Frank Mora; dos de los hispanos que más alta posición ocuparon en la primera administración del Presidente Barack Obama. El primero fue asesor para América Latina del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y Mora Subsecretario de Defensa para el Hemisferio Occidental.
Antes de la conferencia, los dos panelista compartieron con Martí Noticias, sobre sus experiencias tanto en la Casa Blanca como en el Pentágono. Restrepo fue recordando las tareas iniciales, los objetivos propuestos, los momentos más difíciles de su gestión y los recuerdos que se lleva como aleccionadores; mientras que Mora se centraba en la labor de los militares estadounidenses en América Latina, la cooperación y la respuesta al terremoto de Haití.
Recordó que en enero del 2008 el presidente Obama llegó a la Casa Blanca con la visión de cambiar la política de Estados Unidos hacia Latinoamérica, para que las naciones vecinas vieran a Washington como un socio que les respeta las diferencias de criterio.
Afirmó que se logró profundizar en las relaciones entre Estados Unidos y México, y los vínculos bilaterales con Chile, Colombia y Perú son más sólidos que en administraciones anteriores, e inclusive los trilaterales, como el caso de Colombia, Estados Unidos y varias naciones de Centroamérica que desarrollan programas de seguridad.
Los temas de energía y medio ambiente son ahora parte prioritaria de las relaciones de EE UU con sus vecinos sureños, dice el ahora investigador del Center for American Progress, con sedes en Washington DC. y Los Ángeles.
Sobre los planes de integración latinoamericana, reconoce que existen muchos proyectos, como la CELAC, ALBA, Mercosur, Comunidad Andina de Naciones, etc.. Declaro que estos son “muchos más discursos de integración, pero poco proceso”; con la excepción de la Alianza del Pacifico, donde Chile, Perú, Colombia y México tienen verdadera “productividad y avance impresionante”, tanto en materia de mercado como de exportación y desarrollo. Los primeros son foros de debate, dice Restrepo, “donde se critica a EE UU, a sus políticas”, pero con pocos resultados prácticos.
En relación a la detención de Alan Gross, Restrepo destacó que el presidente Obama desde un inicio abogó por flexibilizar las restricciones de viajes familiares a Cuba, extender la mano al pueblo cubano, y esa agenda la ha mantenido estos años de administración, pero reconoce que la detención de Alan Gross fue “un atentado para no permitir una mejoría” entre las dos naciones. Gross tiene que estar libre, en su casa, no detenido por ayudar al pueblo cubano, dice el ex asesor de Obama.
Cuba y Estados Unidos tienen conversaciones puntuales en temas de interés nacional para Washington, como la inmigración, dijo.
Sobre el embargo destacó que el levantamiento de esa política no está sujeto a la libertad de acción del presidente Obama, pues es ley del Congreso, y para hacer cualquier cambio se necesita la aprobación de 218 congresistas y 60 senadores. Consideró que es difícil en estos momentos, sin una señal de cambio democrático por parte de las autoridades de La Habana, hacer cambios. Indicó que donde hay flexibilidad para aumentar el intercambio pueblo a pueblo, los viajes familiares, etc., la administración la ha utilizado, pero “cambios profundos no están en las manos del presidente”.
La cooperación militar de Estados Unidos con América Latina.
Frank Mora estuvo en el Pentágono desde el 2008 hasta el 2012, dedicado a América Latina, y destaca la fuerte cooperación entre las fuerzas armadas de EE. UU. con sus colegas del hemisferio. Asegura que esta es una zona donde no hay conflictos bélicos, y la considera una zona de paz.
Altos niveles de cooperación entre los militares se han logrado en estos últimos años, en especial con Colombia, Chile y Perú, dice el ex subsecretario de Defensa. La transparencia en las actividades de los militares en muchos casos ha evitado conflictos, reconoce Mora. Y afirma que no hay una creciente carrera armamentista en la región.
El mandato del presidente Obama siempre fue la cooperación y la colaboración para enfrentar los desafíos, dice el ahora Director del Centro para América Latina y el Caribe, de la Universidad Internacional de la Florida. Y existe en el Pentágono un consenso para mantener el continente como una zona de paz y de trabajo conjunto.
Haití es el ejemplo que primero pone Mora para exponer la cooperación entre las diferentes fuerzas armadas del continente. La tragedia que azotó a la zona occidental de la isla La Española en enero del 2010 y la manera en que se desarrolló la respuesta para afrontar el desastre natural es casi tema de estudio para el académico.
Recuerda los primeros instantes de conocerse la noticia, el mandato de Obama para ayudar a los damnificados y la rápida respuesta y responsabilidad de los militares estadounidenses en la escena. La ayuda estadounidense, la capacidad de respuesta y la solidaridad de los uniformados con los damnificados fue una experiencia que Frank Mora nunca olvidará de su paso por el Pentágono.
Como buenos ejemplos de cooperación militar pone los casos de Colombia y México, sobre todo con este último país, debido al intenso trabajo mutuo en los últimos 5-7 años. Y reconoce que el ejército colombiano se ha convertido en un exportador de seguridad para América Latina, con un alto profesionalismo.
El tema de los derechos humanos es un componente básico en los programas de trabajo conjunto con las fuerzas armadas latinoamericanas, dice Mora, e inclusive “en el Comando Sur (con sede en Miami) hay una oficina de derechos humanos, donde todos los programas de educación y trabajo tienen este componente”.
Pone el ejemplo de la llamada Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe, que se ha implementado desde el 2009, y donde se mantiene una cooperación estrecha para la lucha contra el narcotráfico, delitos en las fronteras y profundización de la seguridad regional. En el caso de Cuba, dijo Mora, sobre todo la Guardia Costera mantiene contactos con la parte cubana para la devolución de balseros.