Autoridades locales del municipio de Bayamo, en Granma, están permitiendo la pesca y venta de especies como clarias y tilapias existentes en el Río El Salado, cuya contaminación es ampliamente conocida en la zona.
Denuncias realizadas al gobierno municipal por el miembro de la sociedad civil, Yunior Berges, han sido apenas atendidos, según audios entregados a Radio Martí que muestran la desidia de funcionarios locales.
Berges dijo al programa Cuba Al Día, de Radio Martí, que desde la policía hasta la presidenta de la circunscripción próxima al río están pasando de largo por el sitio donde personas inescrupulosas pescan en aguas negras.
Un artículo publicado en el sitio oficial Ecured indica que la carga contaminante del Río Cauto, -el más extenso de Cuba y que atraviesa a las provincias de Santiago de Cuba, Las Tunas, Holguín y Granma-, es de unas 24.000 toneladas cada año.
"La población desconoce que se les está vendiendo ese pescado aquí en Bayamo y como no conocen (la procedencia) lo consumen", dijo Berges.
Sobre los "pescadores" explicó: "Son personas normales de la calle que lo que están buscando es tener dos o tres pesos en el bolsillo a costa de la salud de las demás personas".
Comiendo de un vertedero
La preocupación de Berges parte de que "toda la ciudad de Bayamo vierte sus aguas negras hacia ese río", incluyendo el hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes.
El desbordamiento de El Salado, -a causa de la lluvia reciente-, incentivó la pesca furtiva, según Berges.
El activista insistió en que la gente sabe cuán contaminado está ese río, pero desconocen que el pescado que están comprando a particulares habita en esas aguas.
"El gobierno no hace nada por frenar las cosas, ni informa a la población que no se debe consumir el pescado extraído de ese río. Es silencio total con eso", dijo Berges, en referencia a funcionarios del gobierno y la policía local.
¿De quién es el problema?
Tras su intervención en el programa Cuba Al Día el martes, Berger volvió a comunicarse con autoridades locales que hasta ese momento continuaban sin tomar medidas respecto a su denuncia.
Por el contrario, una funcionaria del puesto de mando del gobierno en Bayamo que no se identificó dijo que los responsables son los que compran, no los que venden.
Otra funcionaria del gobierno que se identificó como "Iliany" tampoco pareció muy interesada en el asunto: "Yo lo denuncié pero hasta ahí, yo lo denuncié a la policía", respondió escuetamente la funcionaria.
"¿Y están vendiendo el pesado?", preguntó la funcionaria del puesto de mando del gobierno. "¿Y si la gente lo sabe (que está contaminado) pa' qué lo compran?", respondió ella misma.
"El problema no está en quién lo vende, el que lo vende lo puede vender si le da la gana, imagínate tú, cada cual sobrevive a su manera. El problema es para qué lo compran si saben de dónde procede", enfatizó la funcionaria.
Cuestionada acerca de si esa es la respuesta oficial dijo: "Yo lo voy a denunciar normal".
Berges reiteró que el gobierno no hace nada por frenar las cosas, ni informa a la población sobre el riesgo de consumir ese pescado.
"Es silencio total con eso", concluyó.
(Con reporte de Cuba Al Día)