Una dieta “balanceada y natural” es lo que le recomiendan los médicos a las mujeres embarazadas en Cuba, según explicaron a Martí Noticias varias entrevistadas, pero las gestantes comen lo que está al alcance de su bolsillo.
El dato lo confirmó una especialista en Neonatología del Hospital Materno Ramón González Coro de La Habana.
Esta doctora, -que no identificamos porque no está autorizada a hablar con periodistas-, explicó que alentar una alimentación correcta es parte de una campaña permanente para evitar muertes maternas y otros daños.
La experta comentó que los médicos de la familia tienen "mucha presión" y suelen "vivir detrás de las gestantes", quienes a veces no saben o no pueden comer adecuadamente por no contar con dinero suficiente en un país donde los alimentos son cada vez más caros y se reducen los subsidios.
"Desde la captación del embarazo se les prohíbe comer alimentos basados en harinas, pero no es fácil", explicó la doctora.
"Muchas se quejan de que no tienen con qué mantener la dieta ideal a base de frutas y vegetales frescos, todo tipo de proteínas, leche, yogurt", comentó.
a veces no saben o no pueden comer adecuadamente por no contar con dinero suficiente en un país donde los alimentos son cada vez más caros y se reducen los subsidios.
La situación se agrava en la isla, donde sube la cifra de nuevas madres cuyas edades exceden los 35 años, dijo la especialista. Las madres "añosas" llevan más cuidados debido a que son propensas a debutar con enfermedades como la diabetes gestacional y la hipertensión.
"Tuve que arreglármelas para poder comer carnes blancas, frutas y vegetales frescos, leche y huevos", dijo Tatiana Hernández, que fue madre recientemente a sus 42 años. "Así y todo me ingresaron porque tuve diabetes gestacional", explicó.
Comer lo que se puede pagar
Otra joven de Santi Spíritus consultada por Martí Noticias comentó que le fue complicado mantener la dieta durante el embarazo.
"Es cuando hayan las cosas", dijo esta muchacha que completaba su dieta de frutas, proteínas, juegos y vegetales gracias a que su esposo es médico y trabaja en una misión en Brasil, donde le pagan en divisas.
"Habichuelas y zanahorias eran los únicos vegetales que habían en el agro cuando estuve embarazada", dijo. El pollo y los jugos los compró en la "shopping", agregó.
El elevado precio de los alimentos, los bajos salarios y malos hábitos impiden concentrarse en la alimentación correcta.
A las embarazadas, el Estado les garantiza 1 kilogramo de carne de res y 10 huevos al mes, que son distribuidos a través de la libreta de abastecimiento. El resto corre por las familias.
Medios suelen aludir a la necesidad de una dieta balanceada para prevenir enfermedades crónicas en las madres y los recién nacidos. Incluso, promueven la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida.
Pero del dicho al hecho va un gran trecho.
"Preocupantemente en los últimos cuatro años se ha reducido de un 49 a un 33 por ciento el número de madres que mantienen la lactancia materna como vía de alimentación para sus hijos", dijo a medios locales Roberto Alvarez Fumero, quien está a cargo del tema en el Ministerio de Salud Pública.
Una curiosa turista que viajó embarazada a Cuba en el 2013, pidió de manera anónima consejos en el sitio TripAdvisor acerca de si era o no prudente hacer su viaje a la isla es su condición.
Tras recibir varios consejos, fue conminada por quienes le aconsejaron que contara su experiencia al regreso.
"El mayor problema que hemos tenido ha sido en Santiago y Baracoa, ya que no tenían muchas veces botellas de agua en las tiendas, pero eso es un problema viaje embarazada o no, porque yo tampoco me atrevía a beber agua del grifo", contó la turista a su regreso.
Diminuto detalle este, en un país donde hervir el agua para hacerla potable es la única opción que tiene la mayoría.