Luego de desglosar los factores que inciden sobre la economía y las finanzas en Cuba, Jorge Amado Sanguinetty, economista cubano radicado en Estados Unidos, ha anunciado para el futuro inmediato una inevitable catástrofe en la isla, peor que la ocurrida en la década del noventa.
“La gravísima situación económica que Cuba está enfrentando, posiblemente sea la catástrofe más seria de su historia, resultado de la pandemia del coronavirus”, afirmó el doctor en Economía.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) el Producto Interno Bruto en Cuba para 2020 descenderá a un 3,7 %, pero el economista cubano residente en España, Elías Amor, en un artículo publicado este miércoles en 14ymedio, prevé que será hasta de un 6 % debido a las circunstancias provocadas por la epidemia global.
Al respecto, Miriam Leyva, periodista especializada en temas económicos, dijo en entrevista con Radio Televisión Martí que estos números hay que tomarlos con precaución pues la entidad latinoamericana hace sus pronósticos por los datos que ofrece el propio gobierno cubano.
Para Sanguinetty las circunstancias actuales, agravadas por una larga herencia de errores propios de la economía centralizada, sobrepasan los fríos porcientos para instalarse en la categoría de desastre humanitario, según refirió a Radio Televisión Martí.
“Las razones de esta crisis están en la parálisis del turismo internacional que Cuba recibía, la disminución dramática de las remesas que provienen de los Estados Unidos, que a su vez está sufriendo una bajada de la actividad económica bastante seria”, indicó el académico.
En lo que coincidió el igual experto en la materia, Omar Everleny Pérez, en declaraciones a la AFP: "Muchos negocios privados (...) estaban montados bajo un esquema de (recibir) turistas, porque realmente el cubano no va a un paladar a gastar 100 dólares por comida".
Sanguinetty recalcó también el derrumbe del trabajo por cuenta propia y el cierre de las incipientes pequeñas empresas internas, los pocos rubros exportables del Estado, la ruina de la industria y la agricultura, y las exiguas reservas de artículos de primera necesidad en los almacenes.
Para el economista con estudios post doctorales en la prestigiosa Universidad Yale, las razones saltan a la vista y son de una objetividad irrefutable: “El decrecimiento de la inversión extranjera en Cuba es muy grave, así como la falta de liquidez para financiar las importaciones que necesita y el enorme endeudamiento internacional que tiene la nación”.
En tanto Leyva, en entrevista con el colega Amado Gil, apuntó que “la crisis en Cuba se agudizará por la mala práctica del gobierno que, sabiendo que tiene que abrir la economía, sabiendo que la agricultura es fundamental porque es el alimento, sabiendo que no tiene dinero para importar más comida ni para comprar nada y por añadidura, no tiene prácticamente productos que exportar, lo apostó todo al turismo, tan maleable como es”.
Señaló por otra parte Sanguinetty que “junto a la caída del abastecimiento de petróleo, que Cuba tiene dificultades para comprar, se presenta la mengua de los ingresos por servicios médicos que el gobierno vende en el extranjero”.
Asimismo se refirió a las dificultades que trae consigo la parálisis del transporte público tanto para el traslado de pasajeros como de mercancías.
El especialista concluyó que otro importante factor que empeora el panorama económico en la isla es “la persecución policíaca del gobierno sobre transacciones que hacen los cubanos, las cuales tilda de acaparamiento y de mercado negro, erróneamente, cuando no son más que pequeños negocios que hacen para poder acomodarse a las condiciones de escasez que hay en el país”.