Los temas de conversación que más parecen preocupar a los estadounidenses que pretenden viajar a Cuba son dos: automóviles y cigarros, dice John Schneide en Lansing State Journal, de Michigan.
Eso no es una sorpresa. La imagen icónica que se vende de La Habana es la flota ubicua de máquinas de ensueño Detroit 1957, Chevy Bel Airs 1959, Ford Galaxias 1954 y convertibles Plymouth ... y dice que "en cuanto a los puros, no hace falta ser un fumador para saber que los cigarros cubanos enrollados a mano son el santo grial de los amantes de los puros.
Sobre Cuba dicen que es "una cápsula del tiempo... descripción exacta. Los coches pueden ser la evidencia más visible de una tierra congelada a mediados del siglo pasado, pero también es evidente en la arquitectura, las carreteras, la infraestructura anticuada, el hecho sorprendente de que, en 2015, el ciudadano cubano promedio no tiene acceso a Internet, escribe Schneide".
En el futuro inmediato no se ven viajes turísticos de americanos a Cuba, con la excepción de los viajes familiares y los "intercambios culturales de pueblo a pueblo", recuerda el artículo y el autor asegura que "los cubanos con los que hablamos tienen sentimientos encontrados acerca de la estampida inevitable de turistas estadounidenses que un día llegará a la isla. Dan la bienvenida a la bonanza económica del turismo traerá, pero se preocupan por sus efectos sobre la vida tranquila que atesoran".
No estábamos en Cuba como turistas, sino como estudiosos de la cultura de Cuba. Esto significaba que el viaje fue muy estructurado. Escuchamos conferencias sobre arquitectura, la economía, el arte, la atención de la salud. Visitamos, entre otros lugares, varios museos, una escuela primaria, una comuna agrícola, una clínica y un hogar de ancianos.
Termina el artículo con sugerencias sobre lo que vivido y sugerencias para los que viajen a la Isla. Dice que "los baños públicos son generalmente atroces y apestosos. Algunos no tenían agua...esto va a cambiar, pero por ahora, si vas a Cuba viaja con tu propio desinfectante de manos y papel", dice que "la comida es insípida y en el mejor de los caso, mediocre y por último se pregunta ¿cuántos dólares se puede pedir por una camiseta del Che Guevara?.