Coreógrafo cubano regresa a Tropicana tras 26 años

Luego de 26 años fuera del mundo del espectáculo cubano, Alberto Concepción Rodríguez regresa como coreógrafo invitado al cabaret Tropicana, a cargo de un segmento guajiro, reveló el propio artista durante una entrevista en el programa 1800 Online, de Radio Martí.

La contribución de Concepción Rodríguez, que se estrena en la noche de este martes, forma parte de la revitalización del show “Tambores en concierto”, del maestro Tomás Morales. El show en su conjunto es un viaje por los ritmos cubanos más auténticos, como son la rumba, el danzonete y el mambo.

“Nunca he perdido el vínculo con el país. Cuba es una cosa de la que nunca me he podido desprender. También he tenido esa posibilidad; yo entiendo que hay muchas personas que no la han tenido,” comentó vía telefónica desde Tropicana, donde ultima los detalles de la presentación para la que ha tenido solo 6 ensayos, de 2 horas y media cada uno.
“Me hubiera gustado tener más tiempo – se queja entre risas – pero bueno es de esas cosas que cuando te dan la oportunidad tienes que hacerlas. (…) Me gustó porque he trabajado con todo el elenco. Son unos 20 minutos los que he montado para el espectáculo esta noche. ”

El coreógrafo, oriundo de Santi Spíritus, mantiene su residencia entre España y Cuba, desde el fallecimiento de su pareja hace dos años, con quien manejó el restaurante La Paladar del Son, en Barcelona. “No tenía ganas de recomenzar una vida, pues dije: déjame ir a recuperar una que dejé aparcada por allá,” acotó.

Alberto comenzó en el mundo del arte como bailarín del Conjunto Folclórico Universitario, paralelamente a su carrera de Ingeniería en Bioquímica. Se mantuvo 10 años como bailarín en Tropicana hasta que decidió probar suerte como coreógrafo, animado por los consagrados coreógrafos Santiago Alfonso y Tomás Morales.

“Mi carrera como coreógrafo fue un poco meteórica”, comentó quien en un par de años llegó a dirigir espectáculos en las salas de fiesta de los hoteles Habana Libre, Riviera, y Capri, entre otros, además de una gira de Tropicana por América Latina.

“En el 50 aniversario me invitaron a venir ya como coreógrafo a Tropicana, yo en aquel momento pensé que no estaba preparado, en el sentido que me parecía una responsabilidad muy grande. Tropicana es un lugar muy importante, hay que tener una experiencia acumulada para poderte enfrentar a ella.”
A principios de los noventa, con la paulatina decadencia de los cabarets, Alberto pasó a trabajar como coreógrafo de la televisión cubana. Cuando se establece en España, sería entonces su tiempo como cocinero y administrador de su propio restaurante, imán para los artistas amigos de paso.

Como el mismo confesó lo único constante en la vida laboral de Alberto ha sido su pasión por los nuevos proyectos, por reinventarse una y otra vez. “Yo soy una persona que cambio 180 grados en mi vida. No me gusta tener miedo, me gusta arriesgar.”

Concepción Rodríguez planea un espectáculo completamente de su autoría para el próximo diciembre en Cuba. Adelantó además que una amiga bailarina le ha propuesto la creación de varios shows en Cancún.