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Celebrarán en Miami obra y vida del escritor Reinaldo Bragado


La red de Bibliotecas Independientes rinde tributo a Reinaldo Bragado
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La red de Bibliotecas Independientes rinde tributo a Reinaldo Bragado

En la sede del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos en Miami se darán cita estudiosos de la obra de Bragado, así como la viuda, amigos y activistas de Derechos Humanos que preservan su legado dentro de Cuba.

Se cumplen 10 años de la muerte del escritor cubano Reinaldo Bragado Bretaña y sus amigos, viuda y activistas de Derechos Humanos le van a rendir tributo en Miami este miércoles, 24 de junio, en el Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos (ICCAS), de la Universidad de Miami.

La convocatoria para el encuentro se hace con el título "Reinaldo Bragado: legado y presencia". El panel donde se destacará la vida y la obra del también disidente cubano está integrado por David W. Aguado, doctor en Estudios Hispanoamericanos por la Universidad Estatal de Arizona; el escritor Ricardo López; y la viuda de Bragado, María Rivera. En el panel también participarán la activista Omayda Padrón Ascuy, que dirigió hasta hace poco la Red de Bibliotecas Cívicas que lleva el nombre de Bragado, y Janisset Rivero, por el Directorio Democrático Cubano.

María Rivera, Luis de la Paz, Ángel Cuadra y José A. Albertini.
María Rivera, Luis de la Paz, Ángel Cuadra y José A. Albertini.

Bragado Bretaña intentó escapar de Cuba en 1979 y por este hecho fue condenado a dos años de prisión. Allí conoció a activistas y escritores contestatarios al régimen castrista. En ese tiempo se incorporó al Comité Cubano Pro Derechos Humanos, junto a Ricardo Bofil y otros más.

Se dedicó a la narrativa, con obras como La estación equivocada (Zaeta Ed., 1989), que pudo publicar al salir al exilio en 1988, y trabajó como columnista del Diario de Las Américas y editor del portal Cubanet, el pionero de los sitios digitales para los periodistas independientes cubanos.

El escritor cubano, nacido en Camagüey en 1953, logró publicar en su exilio en Estados Unidos La noche vigilada (en 1999), una obra que cuenta con elogiosos comentarios de Guillermo Cabrera Infante, Antonio Benítez Rojo y Zoé Valdés; La ciudad hechizada, que fue finalista del Concurso Letras de Oro 1999, convocado por la Universidad de Miami y que contó con las palabras introductorias del narrador y ensayista Antonio Benítez Rojo.

Un escritor, un activista vivo

Cuando se cumplen 10 años de la muerte de Bragado, también se cumplen seis años de la fundación del Proyecto de Bibliotecas cívicas que lleva su nombre.

El programa Contacto Cuba de Radio Martí invitó la semana pasada a su viuda, María Rivera; la bibliotecaria Teresita Librada Castellanos, actualmente coordinadora de la red de bibliotecas; Hugo León Padrón Azcuy, periodista independiente que ha trabajo cerca del proyecto; y a Adrián Sosa, que trabaja en una de las bibliotecas.

María Rivera agradeció a los cubanos porque, según dijo, siempre tienen una mano extendida para ayudar cuando ella lo ha necesitado. Dijo que Bragado fue "un hombre muy apasionado con su literatura, con su lengua, de su historia, pero también muy apasionado con los Derechos Humanos y la libertad".

Cree que la obra que más identifica a Bragado es su novela La estación equivocada, de corte existencialista, pero que retrata el mundo de opresión y la desesperanza que vivió el autor en algunos momentos de su vida, como la cárcel, la persecución o el exilio definitivo en Miami. "Es una obra que llamó mucho la atención y sigue llamándola".

Agradeció el trabajo que dentro de la isla hacen actores de la sociedad civil independiente por preservar la memoria de Reinaldo Bragado, porque se conozcan sus libros y por promover una lectura libre y sin dogmas: "Es el trabajo de todos los días, de la gente de las bibliotecas. Por ejemplo, el programa Sembrando Sonrisas, las tertulias literarias y los intercambios culturales que están haciendo entre bibliotecas, son muy importantes", concluyó.

Para Hugo León, es una experiencia importante lo que ha vivido en estos seis años de fundado el proyecto. Padrón, como su hermana Omayda, estuvo cerca de esa "fiesta de lectura y saber" desde los inicios en La Habana, donde vive.

"Es uno de los proyectos que el Gobierno ve con mucha reticencia y las persiguen y vigilan mucho. ¿Por qué? Porque las bibliotecas independientes son un foco de resistencia dentro de la comunidad, se puede encontrar en ellas libros de escritores cubanos y no cubanos que hablan de Derecho Internacional, Democracia y (a los que) los cubanos no tienen acceso", indicó.

Teresita Librada Castellanos dirige el proyecto en Cuba y asegura que en la actualidad cuentan con más de 40 sedes independientes diseminadas en 12 provincias de la geografía nacional.

"Entre las actividades que tenemos como bibliotecarios, son las tertulias, los cine-debates, pero es una actividad constante es promover la vida y la obra de Reinaldo Bragado, que además de ser uno de los escritores más destacados de su generación, y que tuvo una actitud acorde con su tiempo, que sufrió prisión, y tuvo que salir al exilio, es por eso que su nombre no se conoce, pero ese es el trabajo de las bibliotecas independientes", señaló.

Librada Castellanos dijo también que estas bibliotecas tienen un fuerte impacto en la comunidad y, tanto ella como Padrón Azcuy, coincidieron en que en estos centros cívicos comunitarios hay libros que están prohibidos pero también libros que han sido publicados por las instituciones cubanas y que no aparecen en las bibliotecas públicas, señalaron que uno de los textos más solicitados es la "Constitución de la República".

Adrián Sosa no es bibliotecario de profesión, estudió Historia y se graduó de promotor cultural; hoy es el coordinador de una de las bibliotecas que integran la red. Sosa cree que el hecho de que las personas en los barrios acudan a ellos para informarse o para conseguir una opinión sobre un hecho reciente es un impacto que han creado estos centros independientes en el país.

"Lo importante es que las personas tengan acceso a una serie de informaciones que está restringida. Las estrategias del sistema han cambiado. En el mundo de la cultura hoy se menciona a autores que murieron en el exilio, pero eso no es más que un estrategia, porque se conoce nada más que a nivel de la ciudad letrada", finalizó.

Bragado Bretaña murió en 2005, en la sala de su casa en Miami, de un infarto al corazón.

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