La artista cubana Tania Bruguera interpuso una demanda penal en la estación municipal de Policía de La Habana Vieja contra periodistas y directivos de medios de prensa oficialistas.
Entre los demandados hay ciudadanos que han firmado supuestos artículos difamatorios contra ella, como Arthur González y Antonio Rodríguez Salvador, y los directores de publicaciones Randy Alonso, de Cubadebate; Anneris Ivette, de La Jiribilla; y Yailín Orta, de Granma.
"Están diciendo que hago arte por oferta y demanda que me ha pagado la NED (National Endowment for the Arts), que yo trabajaba para la CIA y toda esa sarta de tonterías", dijo la artista en entrevista con Radio Martí.
También dijo que la campaña de difamación contra ella ha comprendido acusaciones en medios de prensa y reuniones de directivos de los Ministerios de Cultura y del Interior con estudiantes y creadores con el objetivo de desacreditarla.
La fundadora del Instituto de Artivismo Hannah Arendt explicó que tomó esta decisión cuando "las injurias contra su persona" escalaron a medios de prensa nacionales como Cubadebate y Granma.
La artista plástica y del performance está segura de que algunos quizá no creen en estas acusaciones, a su juicio, diseñadas como una "señal de aviso" para hacerla ver como una persona "tóxica y políticamente peligrosa".
"No pido nada material sólo que se retracten los medios de prensa y que los digitales suban una nota aclarando que eso era falso", dijo la artista.
El código penal vigente establece que la difamación tiene lugar cuando una persona, ante terceros, “impute a otro una conducta, un hecho o una característica, contrarios al honor, que puedan dañar su reputación social, rebajarlo en la opinión pública o exponerlo a perder la confianza requerida para el desempeño de su cargo, profesión o función social”.