Ileana Martínez Ávila, una mujer residente en la ciudad de Guantánamo y madre de dos hijas mayores de edad, fue asesinada por su pareja este domingo, 4 de junio.
“Me mataron a mi hermana menor”, denunció en redes sociales Obersy Guerra poco después de lo ocurrido.
Un vecino de la víctima explicó al periodista Alberto Arego que el crimen ocurrió en la calle San Gregorio, entre 13 y 14 Sur, en Guantánamo. “El hombre se ahorcó después que la mató”, explicó la fuente.
El caso fue verificado este lunes por el Observatorio de YoSíTeCreo en Cuba, una organización feminista de la sociedad civil que lleva registro de este tipo de crímenes en el país.
Mientras, el Observatorio de Género Alas Tensas (OGAT) confirmó hace apenas unas horas el asesinato en la localidad de Bartle, provincia de Las Tunas, de Danila Rivero García, una mujer de 46 años, ama de casa y madre de dos hijos.
El agresor fue su pareja, quien después de cometer el crimen, el pasado 27 de mayo, también se quitó la vida.
Con el asesinato de estas dos mujeres, se eleva a 34 la cifra de feminicidios documentados en Cuba en lo que va de año.
“La mayoría de los feminicidios registrados en 2023 fueron cometidos por parejas o exparejas de las víctimas”, explicó este lunes a Martí Noticias Yanelys Núñez, coordinadora del OGAT, quien recalcó que existen otros casos incluidos como feminicidios sociales.
Para Núñez, una de las causas que influye en el aumento de la violencia contra las mujeres es el silencio de las autoridades.
“No se están tomando las medidas y ahí están las víctimas, ahí están los resultados de la falta de voluntad política y del desprecio que siente el régimen cubano, que es machista, racista, clasista y patriarcal, contra las mujeres”, afirmó.
“La sociedad civil y la prensa libre han trabajado en el registro de esta problemática y, frente a esta cifra, las instituciones y los medios públicos no han hecho nada. Es por eso que decimos que Cuba es un estado feminicida, no porque sean las instituciones las que directamente cometan estos hechos violentos, sino porque son permisivas, porque no toman medidas, porque incluso las personas que han ido a realizar denuncias a estaciones de la policía no han recibido el trato adecuado y responsable que merece una denuncia por violencia de género”, explicó Núñez.
Por tercer año consecutivo, los observatorios independientes y organizaciones feministas de la sociedad civil han hecho un llamado a las autoridades cubanas para que declaren el estado de emergencia por violencia de género, un mecanismo que permite establecer medidas de prevención junto a protocolos de protección para las sobrevivientes. Hasta la fecha no ha habido una respuesta oficial a la petición.
“Estamos llegando a la cifra de los 36 feminicidios que los observatorios registraron el año anterior, y todavía no ha concluido el primer semestre de 2023. Es un asunto preocupante”, señaló.
La semana pasada se confirmaron otros tres casos en el país. Uno de ellos fue el de Yericel Hernández González, asesinada por su esposo y padre de sus dos hijas el viernes 26 de mayo en la provincia de Guantánamo.
El día anterior, la expareja de Daniela Thalía Tasse Arias -una joven de 22 años que trabajaba como maestra en la escuela Luis Marcano, en Bayamo, provincia de Granma- la asesinó frente a estudiantes y trabajadores del centro educativo. Poco antes, YoSíTeCreo en Cuba había informado el caso de Tomasa, una mujer de unos 60 años, asesinada presuntamente por su esposo en Luyanó, provincia de La Habana.
Las feministas, activistas y organizaciones no gubernamentales exigen desde hace años al régimen de La Habana la aprobación de una Ley Integral contra la Violencia de Género. “Esto no solo reconocería las distintas formas de violencia de género sino que atravesaría todo el cuerpo jurídico del país y permitiría trabajar más que nada en la prevención”, concluyó Núñez.
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