El trompetista Arturo Sandoval acaba de regresar de actuar en un crucero de jazz, donde estaba trabajando, entre otros, con Kurt Elling y Marcus Miller, publica el St. Louis Post.
"Tenemos un montón de diversión, " dice. " Me gusta porque (en el crucero) a todos les gusta el jazz."
A sus 64 años de edad, natural de Artemisa, Cuba, en las afueras de La Habana, su primera aproximación a la música fue tocando en una banda de su pueblo.
Adolescente aun finalmente se decidió por la trompeta, en la que fue originalmente autodidacta porque "no había profesores de trompeta". Con el tiempo estudió en la Escuela Nacional de Arte de Cuba.
Su primer contacto con el jazz llegó a principios de 1960 cuando alguien le dio un disco grabado con Charlie Parker y Dizzy Gillespie, y él se quedó enganchado.
El problema era que la Cuba comunista no era para nada amable con el jazz, que él podía escuchar sólo a través de las emisiones de la Voz de América.
"Cuando yo estaba en el servicio militar obligatorio, se me acusó de escuchar la voz del enemigo - yo estuve en la cárcel por 3 meses y medio", dice Sandoval. "Le llamaban la música de los imperialistas. Ellos ni siquiera saben la verdadera historia del jazz".
En la década de 1970 Sandoval formó parte del grupo Irakere con el saxofonista / clarinetista Paquito D' Rivera y el pianista Chucho Valdés. En 1977, finalmente, llegó a conocer a Gillespie, durante mucho tiempo un aficionado de la música latina que había venido a Cuba - " Él fue como mi padre", dice Sandoval.
Esa relación le dio la oportunidad de salir de Cuba para siempre.
"Tenemos un montón de diversión, " dice. " Me gusta porque (en el crucero) a todos les gusta el jazz."
A sus 64 años de edad, natural de Artemisa, Cuba, en las afueras de La Habana, su primera aproximación a la música fue tocando en una banda de su pueblo.
Adolescente aun finalmente se decidió por la trompeta, en la que fue originalmente autodidacta porque "no había profesores de trompeta". Con el tiempo estudió en la Escuela Nacional de Arte de Cuba.
Su primer contacto con el jazz llegó a principios de 1960 cuando alguien le dio un disco grabado con Charlie Parker y Dizzy Gillespie, y él se quedó enganchado.
El problema era que la Cuba comunista no era para nada amable con el jazz, que él podía escuchar sólo a través de las emisiones de la Voz de América.
"Cuando yo estaba en el servicio militar obligatorio, se me acusó de escuchar la voz del enemigo - yo estuve en la cárcel por 3 meses y medio", dice Sandoval. "Le llamaban la música de los imperialistas. Ellos ni siquiera saben la verdadera historia del jazz".
En la década de 1970 Sandoval formó parte del grupo Irakere con el saxofonista / clarinetista Paquito D' Rivera y el pianista Chucho Valdés. En 1977, finalmente, llegó a conocer a Gillespie, durante mucho tiempo un aficionado de la música latina que había venido a Cuba - " Él fue como mi padre", dice Sandoval.
Esa relación le dio la oportunidad de salir de Cuba para siempre.