El gigante cubano Anthony Martínez no podía estar más satisfecho consigo mismo, su público y su familia en Miami, Florida.
Esa satisfacción por el éxito y subir en los rankings en el peso crucero (200 libras) eran metas que se había propuesto el “Chocolate Blanco” en apenas su segundo pleito en Miami, de los 13 que ha realizado en su carrera profesional en EEUU.
Su victoria en Miami ante el argentino Alejandro Gustavo Falliga por nocaut en el primer round debe ubicarlo en mejor posición dentro de las clasificaciones de BOXRECORD, la compañía encargada de llevar desde el punto de vista estadístico las carreras amateurs y profesionales de todos los púgiles a nivel global.
Martínez, quien llegó a 12 triunfos y es el actual campeón Latino de la Organización Mundial de Boxeo, no oculta su sueño de alcanzar la gloria de campeón mundial, tal como lo hicieron otros tres boxeadores cubanos profesionales en las 200 libras, el ídolo del central Nodarse en Artemisa Juan Carlos Gómez, el vueltabajero Yoan Pablo Hernández y Yunier Dorticós, de Cienfuegos-La Habana.
Anthony es un púgil muy serio y dedicado al entrenamiento, con el apoyo de su hermano Manuel, de sus entrenadores Yordanis Despaigne y el doctor en Ciencias Pedro Luis Díaz, quien sueña en grande con su pupilo.
Despaigne confía en Martínez
Yordanis Despaigne, ex campeón de una Copa Mundial amateur en los 75 kilogramos en representación de Cuba, opinó que Martínez no se pudo desarrollar en el combate ante Fallida por el rápido KO que logró, pero que trabajan fuerte a largo plazo por un título mundial.
La meta de los entrenadores de el “Chocolate Blanco” cubano es que en el 2022 realice unas tres peleas más con peleadores con buenos récords y poco a poco siga en ascenso en el ranking mundial.