Según un reporte del diario español El País, luego de la visita de Josefina Vidal (un al alto cargo de la cancillería cubana) a Estados Unidos, el gobierno de Cuba ha accedido a que un médico norteamericano visite a Alan Gross, el contratista condenado a 15 años de condena en una acusación por “atentado contra la independencia y la integridad del estado”.
El caso de Gross presuntamente es uno de los obstáculos para que estados Unidos y la isla retomen las relaciones bilaterales. En numerosas ocasiones el presidente Raúl Castro y el canciller Bruno Rodríguez han dejado entrever que Gross pudiera ser canjeado por los cinco espías de la inteligencia cubana, presos en el país del Norte.
Como contratista de la USAID, Gross trabajó en un programa para mejorar las comunicaciones y el acceso a Internet de la comunidad judía cubana cuando fue detenido en el 2009 por el régimen castrista.
En el tiempo que lleva encarcelado en la isla la salud de Gross se ha deteriorado considerablemente. La semana pasada Vidal viajó a Washington y se entrevistó con vario miembros del Departamento de Estado, entre ellos la subsecretaria para América Latina, Roberta Jacobson, apuntó El País.
El portavoz del Departamento, Patrick Ventrell, no dio referencias precisas: “Tengo que revisar los detalles, pero nosotros siempre hemos sido muy claros y consistentes con los cubanos en lo que respecta al asunto de Alan Gross”, indicó.
Por parte de EE UU no han faltado los intentos por liberar a Gross y ha tratado de convencer a las autoridades cubanas para que pongan en libertad al contratista. El verano pasado, una delegación de miembros del Congreso planteó el tema directamente al presidente de la isla, Raúl Castro.
Hasta el momento, el Gobierno castrista se ha mostrado dispuesto a excarcelar a Gross a cambio de que las autoridades estadounidenses liberen al grupo de cinco cubanos acusados de espionaje. Pero el secretario de Estado, John Kerry, aseguro el pasado mes de abril que este intercambio era inviable.
El caso de Gross presuntamente es uno de los obstáculos para que estados Unidos y la isla retomen las relaciones bilaterales. En numerosas ocasiones el presidente Raúl Castro y el canciller Bruno Rodríguez han dejado entrever que Gross pudiera ser canjeado por los cinco espías de la inteligencia cubana, presos en el país del Norte.
Como contratista de la USAID, Gross trabajó en un programa para mejorar las comunicaciones y el acceso a Internet de la comunidad judía cubana cuando fue detenido en el 2009 por el régimen castrista.
En el tiempo que lleva encarcelado en la isla la salud de Gross se ha deteriorado considerablemente. La semana pasada Vidal viajó a Washington y se entrevistó con vario miembros del Departamento de Estado, entre ellos la subsecretaria para América Latina, Roberta Jacobson, apuntó El País.
El portavoz del Departamento, Patrick Ventrell, no dio referencias precisas: “Tengo que revisar los detalles, pero nosotros siempre hemos sido muy claros y consistentes con los cubanos en lo que respecta al asunto de Alan Gross”, indicó.
Por parte de EE UU no han faltado los intentos por liberar a Gross y ha tratado de convencer a las autoridades cubanas para que pongan en libertad al contratista. El verano pasado, una delegación de miembros del Congreso planteó el tema directamente al presidente de la isla, Raúl Castro.
Hasta el momento, el Gobierno castrista se ha mostrado dispuesto a excarcelar a Gross a cambio de que las autoridades estadounidenses liberen al grupo de cinco cubanos acusados de espionaje. Pero el secretario de Estado, John Kerry, aseguro el pasado mes de abril que este intercambio era inviable.