Los vínculos bilaterales entraron en una fase de enfriamiento en mayo pasado, cuando el gobierno azteca decidió reducir las relaciones a nivel de encargados de negocios tras retirar a su embajadora en La Habana y pedir la salida del representantes cubano en México.
Los lazos comenzaron a restablecerse dos meses más tarde, cuando los embajadores retornaron a sus puestos, aunque las relaciones se mantienen en un bajo perfil.
Hakim afirmó que los cubanos han expresado que “no creen que se puedan normalizar las relaciones si México no cambia su posición" en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, donde apoyó una resolución sobre la situación de esos derechos en la isla.
Por otro lado, existe una deuda de 400 millones de dólares que Cuba dejó de pagar en el año 2002 al Banco Mexicano de Comercio Exterior.
En su entrevista con EFE, Hakim señaló que México ha “hecho explícito que algo que es necesario para llevar a un nivel normal las relaciones es la deuda” cubana con el banco estatal mexicano, porque se trata de un interés nacional.