Moya ha sido internado en el Hospital Carlos J. Finlay y su esposa dijo que eso demuestra que los familiares de los presos políticos tienen que ejercer presiones para lograr objetivos humanitarios en vez de esperar pasivamente a que alguien del gobierno les responda una carta.
Berta Soler dijo a la prensa internacional que se sintió terriblemente impresionada cuando lo vio en La Habana porque Moya está encorvado como un viejito y padece muchos dolores en los pies.
Berta Soler entregó el martes pasado en el Consejo de Estado, situado en la Plaza de la Revolución, una carta dirigida a Fidel Castro, pidiéndole que diera un permiso temporal para que Moya pueda ser operado en algún hospital de La Habana de una hernia intervertebral que le causa mucho dolor.
Después que entregó la carta, acompañada por su cuñada y de otras tres mujeres, Berta Soler acampó en el Parque de Comunicaciones, contiguo a la Plaza, a esperar una respuesta del gobierno.
En la madrugada del jueves, cuando no había periodistas de la prensa internacional presentes, medio centenar de agentes de la Seguridad del Estado pusieron fin a la protesta pública llevándose a las cinco o seis mujeres a sus domicilios respectivos y les advirtieron que no regresaran.
Poco después se supo que se había autorizado el traslado de Moya al Hospital Carlos J. Finlay desde la prisión de Las Mangas donde cumple pena de 20 años de prisión.