El gobierno cubano anunció esta semana un incremento en los impuestos para los pequeños empresarios y quienes trabajan en empresas extranjeras acreditadas en Cuba. La medida forma parte de un amplio paquete de reformas que busca incrementar la recaudación del Estado, que pasa por momentos difíciles para financiar su estructura, dijeron economistas.
Muchos de los expertos y empresarios consultados por Martí Noticias, creen que la nueva carga impositiva será contraproducente.
“El gobierno cubano está haciendo recortes a los subsidios para poder sostener el presupuesto del Estado, un presupuesto que de por sí ya se ha planificado con pérdidas”, dijo desde Cuba el economista Ángel Rodríguez Pita.
“Estas medidas impositivas buscan sostener la burocracia, el gasto público no social. Se está recortando el gasto público social, es decir, los subsidios. Sin embargo no recortan la burocracia”, añadió.
Rodríguez Pita consideró que medidas de este tipo, que elevan los impuestos a las pequeñas y medianas empresas no garantizan el trasvase de funcionarios y empleados estatales a la empresa privada.
“Al incrementar los impuestos más inversores se retiran del mercado y aumenta el esfuerzo fiscal por lo que los pocos que se mantienen abiertos tendrán que pagar todavía más impuestos.
Los incrementos de los impuestos a las Pymes
De acuerdo con la información publicada en la Gaceta Oficial y de la cual apenas hay reseñas en la prensa oficial, los cubanos que trabajan en pequeñas empresas privadas, conocidas en la isla como Mipymes, tendrán que abonar el 20% sobre ingresos superiores a 30,000 pesos cubanos (109 dólares) al mes.
En Cuba hay 9652 pequeñas y medianas empresas privadas, según cifras del gobierno. Según cifras oficiales 596,000 personas trabajan por su cuenta.
Omar Everleny Pérez, un reconocido economista cubano que por años dirigió el Centro para el Estudio de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana, dijo desde la isla que estas medidas solo impulsarán la inflación.
“Cualquier medida que se le imponga a una mipyme significa que se le van a incrementar los costos y ellos lo van a traducir en sus ventas. Eso termina pagándolo el consumidor final en un momento en que hay un deterioro del poder adquisitivo de la gente”, dijo vía telefónica.
De acuerdo con el nuevo decreto, la carga fiscal sobre las pequeñas empresas privadas es de un 35% sobre sus ganancias, un impuesto del 10% sobre las ventas o servicios y un impuesto por el uso de la fuerza de trabajo del 5%. Además, deberán dedicar el 14% para la seguridad social de trabajadores y un 1% para apoyar a los gobiernos locales.
“El Estado debe centrarse en favorecer la producción, no en entorpecerla. Ahí debe ceder la ideología”, dijo Pérez.
Para Yoimel Martínez, quien trabaja en una pequeña cafetería en Cienfuegos, una ciudad al centro sur de Cuba, las nuevas medidas complicarán todavía más el panorama económico que se vive en la isla.
“Subieron la electricidad, la gasolina, el gas, el agua, el transporte. El dólar está disparado y cada vez es más difícil comprar lo necesario para mantener el negocio. Si las cosas siguen así tendremos que cerrar”, dijo Martínez, quien es enfermero de profesión pero dejó su trabajo en el sector estatal para ser “cuentapropista”.
“La soga siempre se rompe por el lado más débil y ese es el pueblo”, añadió el cuentapropista que espera algún día llegar a Estados Unidos.
También más impuestos para quienes trabajan para empresas extranjeras
La subida impositiva también alcanza a los trabajadores que laboran para empresas extranjeras y que por tanto tienen un mejor salario en una de las pocas plazas codiciadas en la isla. Estos empleados deberán entregar un 5% de impuestos sobre ingresos personales aplicado a las gratificaciones recibidas en los tres primeros trimestres y al finalizar el año fiscal deberán aplicar escalas de tipos impositivos.
Por ejemplo, un trabajador de una empresa extranjera tendrá que abonar como impuestos hasta el 5% si gana 25,000 pesos (90 dólares) o el 50% al exceso de 1 000 000 000 de pesos (3,623 dólares).
El debate sobre las Mipymes llega al Congreso de EEUU
Congresistas y funcionarios estadounidenses debatieron el jueves qué papel debe jugar el gobierno de Estados Unidos ante el emergente sector privado en la isla, durante una audiencia titulada "El mito de los nuevos empresarios cubanos: un análisis de la política hacia Cuba de la administración Biden".
La representante por la Florida, María Elvira Salazar, dijo que el sector de las pequeñas sempresas en Cuba es un nuevo plan del régimen que “está desesperado por conseguir millones de dólares para violar el embargo de Estados Unidos” y entró en contradicción con congresistas demócratas que defendieron la existencia de pequeñas empresas en la isla.
La congresista republicana expresó su preocupación de que muchas de las llamadas Mipymes pertenecen a familiares de líderes del régimen cubano.
Para el ex congresista demócrata Joe García, quien durante años ha asesorado a alguna de estas pequeñas y medianas empresas en Cuba, aumentar la carga impositiva sobre ellas es “un error”.
“Cuando uno quiere que una empresa crezca y florezca le quita impuesto, no se los pone. Si queremos ayudar a que las pymes funcionen hay que destrabar todo lo que aguantan su crecimiento”, dijo.
García lamentó que en el sur de la Florida algunos sectores no quieran reconocer la existencia de pequeñas y medianas empresas en Cuba.
“¿Si las pymes fueran solamente de allegados al gobierno de Cuba significa que ellos mismos están poniéndose más impuestos?”, ironizó.
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