El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel confesó en entrevista exclusiva a Russia Today que la relación de La Habana con el Kremlin es excelente, de manera general, y estratégica, en materia política.
Las relaciones entre ambos países se han afianzado en los últimos años, tras las numerosas muestras de respaldo que ha dado el régimen comunista de La Habana al Kremlin, en momentos en que crece el rechazo mundial y el aislamiento al gobierno de Vladimir Putin por la guerra a Ucrania.
"Es una relación de amigos, es una relación en términos políticos estratégica, es una relación basada en un sentimiento de respeto, de amistad, de coincidencia en temas políticos y también con una potencialidad de participación conjunta, mutua, con beneficio para ambas partes en las relaciones económico-comerciales y financieras, porque también hay proyectos que tienen que ver con las finanzas que se están desarrollando de manera conjunta. Yo te diría que hay un momento renovado de nuestras relaciones y nosotros agradecemos mucho ese apoyo de la Federación de Rusia", señaló cuando fue preguntado por el estado de la relaciones entre La Habana y Moscú.
Díaz-Canel además se refirió al presidente de Rusia, Vladímir Putin, sobre quien pesa una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por su responsabilidad en crímenes de guerra, "como un amigo sincero" que ha demostrado su amistad "con hechos".
El sucesor de Raúl Castro justificó el acercamiento con Rusia argumentando que mientras los Estados Unidos acrecienta el embargo hacia Cuba, "llegan amigos de otros lugares, de otras latitudes, que realmente sí nos apoyan con hechos concretos y en condiciones que no afectan nuestra soberanía".
Recientemente, el presidente del Comité empresarial cubano-ruso, Boris Titov, afirmó que Cuba había abierto decisivamente la puerta a las inversiones de su país, otorgándoles un trato preferencial a los empresarios rusos, que incluye el derecho al usufructo de la tierra cubana por un plazo de treinta años y la exención de diferentes aranceles a las compañías rusas, entre otros beneficios.
El renovado acercamiento con Moscú ha sido duramente criticado por opositores, grupos de la sociedad civil cubana y expertos que ven en ello una amenaza a que la isla vuelva a convertirse en un apéndice del Kremlin como sucedió con la extinta Unión Soviética.
En la entrevista con la publicación estatal rusa, denunciada como un medio de propaganda, el cubano una vez más replicó la retórica del Kremlin para justificar la invasión a Ucrania, diciendo que Cuba condena y rechaza "la expansión de la OTAN hacia las fronteras con Rusia" y criticó "todas las medidas y sanciones que se han aplicado como método de coerción contra la Federación de Rusia".
Díaz-Canel elogió lo que considera "el papel importante de liderazgo que juega Rusia en lograr que el mundo avance hacia el multilateralismo", contra el predominio de "un orden económico internacional totalmente injusto, antidemocrático".
Sobre el bloque que conforman Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS) dijo que son "una alternativa importante para la integración económico-comercial" para los países más pobres y celebró la intención de separarse de la dolarización en sus relaciones económico-comerciales. A su juicio, esto "crea las bases para que, en relaciones más inclusivas, más favorables, todo un grupo de países puedan integrarse en su economía, en relaciones económico financieras, que, al apartarse del dólar, evitan las sanciones que se imponen por el uso del dólar desde Estados Unidos o desde otros centros de poder en el mundo".
"Yo creo que Cuba es uno de los países que necesita integrarse a todas estas maneras de concebir la economía de una manera diferente y de poder participar en este tipo de relaciones económico-financieras", afirmó.
El gobernante cubano también dejó en claro el apoyo total a China en sus reclamos de soberanía a la región disputada del mar de la China Meridional y la isla autónoma de Taiwán: "Cuba condena la injerencia en los asuntos internos de China, y ve con preocupación la presencia agresiva militar de los Estados Unidos y sus aliados en el estrecho de Taiwán tratando de crear un foco de conflicto en la región. Cuba defiende de manera inalterable, coherente e irreversible el derecho de China a su reunificación y el derecho a defender el concepto de una sola China. Por lo tanto, todo lo demás que actúe contra eso lo consideramos una injerencia en los asuntos internos de China".
También Estados Unidos ha denunciado que las fuerzas armadas de China se han vuelto notablemente más agresivas en los últimos cinco años, interceptando aeronaves y embarcaciones estadounidenses en la región y el envío de un globo espía que sobrevoló Estados Unidos.
En materia de política doméstica, el mandatario cubano celebró la aprobación de la Ley de Comunicación Social como una ley moderna "centrada hacia el bienestar del pueblo". Sin embargo, la misma mantiene el control estatal sobre los medios, regula los contenidos y desconoce a la prensa independiente como figura jurídica y también prohíbe divulgar informaciones que puedan "desestabilizar el Estado socialista", tanto en los medios como en el ciberespacio, y le otorga legalidad solo a los medios vinculados al Estado o al Partido Comunista.
Para Díaz-Canel la ley fue aprobada en un contexto en que Cuba "es totalmente agredida mediáticamente por campañas de odio, por campañas de calumnia, por campañas de descrédito que están orquestadas y están orientadas desde centros de poder imperiales apoyados por el Gobierno de los Estados Unidos sobre la base de plataformas transnacionales".
El gobernante dijo a Russia Today que Washington recurre a "los golpes suaves" y "la judicialización de la política" contra los líderes de la izquierda en América Latina y sobre su entorno de familiares y amigos, en lo que parece una clara referencia a las sanciones impuestas contra gobernantes autocráticos como Daniel Ortega, Nicolás Maduro y varios funcionarios cubanos.
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