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Apagón de Internet durante protestas en Cuba: ¿por qué los cortes duran poco tiempo?


Foto archivo. Un cubano chequea su teléfono durante un apagón. (YAMIL LAGE/AFP).
Foto archivo. Un cubano chequea su teléfono durante un apagón. (YAMIL LAGE/AFP).

En la tarde del sábado, 6 de mayo de 2023, Luis Miguel Alarcón Martínez explotó porque su sobrino tenía hambre. Su hermano, Felipe Correa Martínez se sentía igual. “Salieron porque no aguantaron más oyendo a esas criaturitas”, explicó en una entrevista Victoria Martínez Valdivia, la madre de ambos.

Caimanera es un pueblo de difícil acceso. Estar tan cerca de la Base Naval de Guantánamo complica más la situación. Los controles para entrar a esa localidad al oriente de Cuba son estrictos y eso agrava la escasez.

Yandris Pelier Matos también comenzó a dar gritos esa tarde. Varios miembros de su familia estaban encerrados en la casa enfermos de dengue y no tenían dinero para comprar las medicinas que necesitaban. Con ellos salieron todos sus vecinos y se les fue uniendo el pueblo. Caminaron hasta la sede del Partido Comunista del municipio gritando "¡Libertad!".

Luis Miguel, Felipe, Yandris y otros dos jóvenes (los hermanos Rodi y Daniel Álvarez González) fueron detenidos luego de que agentes de la Policía y de la Brigada Especial Nacional (BEN) del Ministerio del Interior ―conocida como Boinas Negras― reprimieran la manifestación pacífica con golpes y palos.

Las autoridades negaron que se tratara de una protesta multitudinaria pese a las imágenes que circulaban en las redes sociales. Lázaro Castellanos Matos, miembro del Buró Municipal del Partido de Caimanera, grabó un video con una calle vacía de fondo en el que aseguraba que había total tranquilidad en el pueblo. El material fue compartido por el periódico Venceremos.

El domingo Cubadebate publicó el comunicado de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Caimanera en el que atribuían lo ocurrido a “tres personas bajo la influencia del alcohol” y denunciaban “la campaña orquestada desde el exterior por los odiadores de siempre”.

No obstante, los observatorios de Internet mostraron una abrupta caída de los servicios en Cuba tras la manifestación.

Esa madrugada, el Servicio de monitoreo de tráfico de Internet IODA del Center for Applied Internet Data Analysis mostraba una caída brusca de las búsquedas en Google realizadas desde la isla.

El Observatorio de Internet NetBlocks también confirmaba la caída de la red tras las protestas en Caimanera.


Apagón de Internet, una estrategia para silenciar las protestas

Las interrupciones a gran escala de los servicios de Internet se han hecho frecuentes en Cuba cada vez que se reportan protestas en el país.

“No es un mecanismo que inventó el régimen cubano. Organizaciones como Access Now y Freedom House registran que otros gobiernos autoritarios utilizan el mismo método ante una protesta o en medio de un contexto de elecciones. Lo hacen para intentar que las imágenes y videos no salgan a la luz pública en tiempo real”, explica a Martí Noticias Norges Rodríguez Almiñán, CEO de YucaByte, un medio cubano sobre tecnología y sociedad.

En el caso de Cuba “les ha funcionado”. “Después del 11 de julio [de 2021] hemos visto que cada vez que hay una protesta ellos utilizan este mecanismo porque es una forma de lograr que la protesta no crezca. No se recibe la información como sucedió el 11J, que comenzó en San Antonio de los Baños y luego todo el país empezó a protestar gracias, entre otros factores, a que una persona decidió transmitir en vivo por Facebook lo que estaba pasando”, agrega.

Hay un patrón que se repite en los cortes masivos del Internet en Cuba. A las pocas horas el Gobierno restablece las conexiones de manera paulatina.

Para Ariel Coro, analista y experto en tecnología, “el régimen cubano se ha limitado a estos cortes de poca duración porque en su mentalidad, aparentemente, son más efectivos, y las estrategias a largo plazo de censura requieren equipos caros”.

“Se sabe que ellos están utilizando equipos Huawei (empresa tecnológica multinacional china) de inspección profunda, de paquetes que pueden ver dentro de las conexiones para deshabilitar conexiones específicas. Estos equipos son caros, utilizan procesadores avanzados y, por supuesto, tienen el potencial de hacer que el tráfico sea mucho más lento, pero en este momento ellos lo que tienen es un reguero de conexiones. En algunos lugares están utilizando estos equipos de inspección de paquetes o sistemas de prevención de intrusión o firewall [cortafuegos] de Internet más avanzados pero, por otro lado, están haciendo bloqueos simples de paquetes o, sencillamente, cortando las conexiones”, precisa.

Coro considera que el Gobierno de La Habana en realidad no tiene estrategias definidas más allá que la de “callar a los disidentes y a las personas que quieren expresarse… Para ellos cortar estos servicios es un problema de supervivencia y no les interesa qué otras consecuencias puedan tener”.

Para Rodríguez Almiñán, cada vez que esto sucede, el gobierno cubano "pierde credibilidad dentro del pequeño grupo que hoy queda en el país y que todavía cree en la versión de los hechos que muestra el régimen. Cuando llega el punto en el que le apagan el Internet, esas personas se cuestionan por qué una protesta en Caimanera o en San Antonio de los Baños me va a dejar a mí sin acceso a Internet si yo no protesto… Desde el punto de vista social, yo creo que es uno de los retos que tienen”.

“Ellos tampoco quieren perder dinero. Los ingresos que obtiene el régimen por concepto de telecomunicaciones son significativos. Suspender estos servicios por tiempo indeterminado puede significar la pérdida de miles de millones de dólares. Yo considero que esta es otra de las razones por las que no implementan una estrategia más dura”, comenta.

Cuando Cuba corta el Internet se paralizan negocios estatales y privados. Las tiendas en moneda libremente convertible (MLC), por ejemplo, deben estar conectadas a una red nacional para efectuar el cobro mediante tarjetas magnéticas.

“El turismo, del que depende GAESA, requiere agua corriente en sus habitaciones e Internet en todo momento y lugar. Las redes sociales, la expresión más significativa de la Internet de hoy, empoderan al individuo y a las colectividades que comparten necesidades y visiones. Hacen temblar al poder. Sin embargo, la oligarquía de La Habana no puede cancelar Internet sin cometer suicidio. Cada ‘“apagón’” de Internet por parte del Palacio de la Revolución es un autogolpe, en la economía y en su imagen como poder en control absoluto”, comenta, por su parte, el especialista en informática Oscar Visiedo.

El monopolio de las telecomunicaciones (ETECSA) no reconoce los cortes de Internet por motivaciones políticas. En la mayoría de los casos aluden a “afectaciones” o “interrupciones”, aunque, en algunos momentos, voceros de la propia empresa y de otras instituciones oficiales sí lo han aceptado públicamente.

Tras las protestas del 11J, una empleada de ETECSA reconoció durante una llamada telefónica la “interrupción a nivel nacional” y explicó que se trataba de una “decisión tomada por la máxima dirección del país”.

Arleen Rodríguez Derivet, subdirectora del programa oficial Mesa Redonda, también se refirió en sus redes sociales al apagón masivo de Internet. “Entiendo, como periodista, aunque me dañe, la medida del corte de las redes sociales, porque es el área donde se está organizando la guerra contra Cuba”, dijo la presentadora.

Esta semana, la emisora Radio Bahía, del municipio Caimanera, se refirió al corte de Internet tras las protestas del sábado: “Aquí, quien manda es el pueblo trabajador, el que tiene que decidir, es el pueblo trabajador. elToque viene con el numerito de que si quitaron Internet que si bla, bla, bla… bueno y si así fue… ¿qué?”.

El domingo, la Embajada de Estados Unidos en Cuba denunció el corte masivo de internet en sus redes sociales.

“Anoche, las fuerzas de seguridad cubanas respondieron violentamente a las protestas pacíficas en la localidad de Caimanera, golpeando a ciudadanos por reclamar derechos humanos. Cuba también cerró su Internet por miedo a la libertad de expresión. La represión cubana de los derechos de sus ciudadanos es cruel e inútil; la libertad siempre vence”, dijo la sede diplomática en un tuit.


“Es importante la denuncia, porque ha sucedido en otras ocasiones que funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores han negado frente a las cámaras de medios de prensa extranjera estos cortes masivos de Internet. El enfoque debería ser presionar a las empresas que tienen negocios con ETECSA para que se respeten los derechos humanos, teniendo en cuenta que esas compañías están legalmente registradas en países donde hay estado de derecho, democracia y libertad de expresión”, expresó el director de YucaByte.

“Hay muy pocas cosas que se puedan hacer en relación a la forma de lidiar con ETECSA, la única compañía a cargo de las conexiones en Cuba. Es muy difícil tomar cualquier tipo de acción cuando ellos son el único proveedor monopólico que sirve a la isla”, agregó.

“No se trata de limitar el acceso a la tecnología. ETECSA nutre las arcas de GAESA, pero también conecta a la gente en Cuba. Con esa contradicción hay que vivir para hacer cosas prácticas por una Cuba más justa y próspera”, apuntó Visiedo.

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    Mayle González Mirabal

    Mayle González Mirabal es periodista de Martí Noticias. Nació en Matanzas, Cuba. Graduada de Periodismo de la Universidad de La Habana en 2008, ha trabajado como editora, reportera y gestora de contenidos en varios medios independientes cubanos.

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