Debido a la crisis con el combustible, cinco universidades de Cuba anunciaron el sábado que esta semana impartirán las clases de forma virtual.
Las universidades de Holguín y Sancti Spíritus, la Central de Villa Clara y la de Ciencias Médicas de la misma provincia, así como la Universidad Agraria de La Habana modificarán sus actividades docentes y reabrirán el curso presencial el 3 de mayo ya que los estudiantes se encuentran en sus hogares en la semana de receso docente.
“No es una buena idea, porque ya en realidad el deseo de estudiar aquí es mínimo, lo mismo los niños de Secundaria, del Preuniversitario que la Universidad, ya no tienen deseos ni interés de estudiar”, indicó a Radio Televisión Martí, Yenis Leydis Sánchez Pérez, una ex profesora general integral que ahora trabaja como activista del Centro Esperanza, defensor de la comunidad LGBTI.
“Una clase virtual no es lo mismo que una clase presencial. En las clases virtuales participan dos o tres alumnos el resto no lo hace”, dijo Sánchez.
La motivación de los alumnos está constituida por factores capaces de dirigir sus conductas hacia un objetivo de relevancia en las diversas áreas de la vida; en Cuba los jóvenes están desestimulados debido a la falta de un futuro promisorio que pueda alcanzarse con una ubicación laboral importante, apuntó la ex maestra.
“Sin contar la crisis que hay con la electricidad, los apagones. Entonces, no van a recibir tampoco ninguna clase virtual porque nunca hay electricidad. Ese es el punto más importante, las clases virtuales las pueden dar, el problema que los alumnos no podrán recibirlas si no hay fluido eléctrico”, comentó.
Las autoridades cubanas informaron a inicios de la pasada semana que el déficit con el suministro de combustible se extenderá hasta mayo.
“Esto es un desastre todos los días, aquí en Cuba siempre hay una situación diferente y ahora no tendremos ni licenciados en este país”, lamentó la pedagoga.
“La noticia del cierre de universidades en Cuba durante una semana no es sorpresa alguna, es una manifestación de la crisis sistémica, la crisis estructural en que Cuba se encuentra, una de cuyas manifestaciones ha sido la carencia de combustible”, puntualizó el periodista especializado en temas económicos e históricos, Dimas Castellanos.
Las largas filas de autos en espera de que abastezcan las gasolineras, han matizado el paisaje urbano de la Isla desde hace tres semanas.
“Sencillamente el país está paralizado. Al faltar el combustible, pues empiezan los centros de trabajo, los centros de estudio a paralizarse y es una manifestación ya de una etapa definitiva del colapso que está sufriendo la nación cubana, el Estado, la población”, añadió.
“Lo que ha ocurrido con las universidades se va a repetir próximamente con otros centros con otras universidades, porque no hay posibilidad de revertir tal situación si no se producen los cambios que se han planteado hace mucho tiempo: una reforma profunda, económica, política, cultural de todo tipo, la cual la élite que está en el poder no está dispuesta a realizar”, recalcó el experto.
Foro