Familiares de los periodistas independientes cubanos Lázaro Yuri Valle Roca y Jorge Bello Domínguez, que cumplen condena en el penal Combinado del Este, en La Habana, denunciaron a Radio Televisión Martí que el hostigamiento de las autoridades contra ambos se agudiza.
Entre las críticas dificultades que enfrentan, además del acoso, las fuentes familiares se han referido a la falta de medicamentos y de asistencia médica especializada, las pésimas condiciones higiénico-sanitarias y la escasez de alimentos.
En el caso de Valle Roca, de 61 años de edad, y condenado a cinco años por el presunto delito de propaganda enemiga de carácter continuado, su esposa Eradilis Frómeta aseguró: "Está delgado y continúa muy afectado de la vista, la higiene es pésima y las condiciones alimenticias son muy malas".
"Con la falta de medicamentos y atención especializada que existe allí en el Combinado del Este, no sé explicarte cómo pueden estar los reos vivos. Hay muchas chinches, Yuri me dijo que su colchón está lleno de esos bichitos, y probablemente las bacterias que él adquirió en la piel allí dentro sean producto de los picazos de esos bichos", indicó la activista.
"Yo considero que hay bastante hostigamiento en su contra porque al pretender las autoridades doblegar a Yuri, algo que no han conseguido, esa es la razón por la que le niegan el régimen de mínima severidad que ya le corresponde, porque él no se acoge el sistema de rehabilitación", agregó la mujer, quien confesó que "la represión y el hostigamiento le han causado problemas de salud.
Una situación similar denuncia la familia del comunicador Jorge Bello Domínguez, con sentencia de 15 años de cárcel por su participación en las protestas en Güira de Melena, en la provincia de Artemisa.
"Las autoridades penitenciarias con los reos que no se doblegan, como es el caso de mi hijo, que no se suman a las consignas y los lemas oficialistas, para ellos esos muchachos allí, los que no hacen la voluntad de ellos, los tratan como perros”, aseguró Martha Domínguez, madre del periodista que divulgó recientemente un informe sobre las violaciones que ocurren en el penal.
La señora conoció a través de una llamada telefónica con su hijo que "continúa con la inflamación en los testículos que sufre desde hace dos meses y que le produce mucho dolor, sin hacerle un chequeo profundo para saber qué es lo que le está provocando esta inflamación".
"Él está comiendo lo que yo le puedo mandar porque allí la alimentación es pésima y mal elaborada, el mismo preso es quien te avisa el día de su visita porque las autoridades no informan nada", indicó Domínguez.
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